domingo, 7 de agosto de 2016

evangelio del domingo



                             ATENTOS ...
Dijo Jesús a sus discípulos: no temáis, porque vuestro Padre ha tenido a bien daros el Reino. Vosotros estad despiertos, porque a la hora que menos penséis viene el Hijo del Hombre.
ENTRA EN TU INTERIOR
La esperanza es una virtud teologal que pide vigilancia, compromiso y confianza en Dios. El evangelio nos presenta una serie de recomendaciones para mantenernos atentos y despiertos. Nos indica dos aspectos que hay que tener en cuenta, en primer lugar “no temáis”, porque el amor de Dios da consistencia y despojarnos de uno mismo es la condición necesaria para hacer posible la espera vigilante.  Hace falta tomar el timón de nuestra vida, para orientarla de manera que no sea estéril, sino que nuestra vida de fruto y para ello necesitamos estar vitalmente conectados al Señor, para que nos llegue su sabia vivificante. Necesitamos de su ayuda, y Él está dispuesto a vitalizarnos pero en numerosas ocasiones estamos distraídos nuestra vida se empobrece. Pero el Señor que nos ama,  constantemente sale a nuestro encuentro, se hace presente en nuestra vida, solo debemos estar atentos y despiertos para acogerlo. Porque Él es el único que nos aporta luz y esperanza a nuestra vida. ¿Estoy atento? ¿Se identificar al Señor cuando sale a mi encuentro? ¿Lo identifico en las personas que se cruzan en mi camino? Él nunca decepciona ¿es reciproco?
El Reino es, al mismo tiempo, presente y futuro. De ahí la doble actitud que debemos tener: desprendimiento y vigilancia

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