miércoles, 31 de agosto de 2022

                      7 puntos para una semana

                               

                                      JUEVES

No seas autómata. Piensa lo que dices y no digas todo lo que piensas. Y, cuando las situaciones te obliguen, recuerda que tienes el don del razonamiento.

                                            P. Javier Leoz

 


 MEDITACIÓN EUCARISTICA:

EL ELEFANTE QUE PERDIÓ SU ANILLO DE BODAS

En esta tarde delante de ti Jesús eucaristía queremos meditar sobre la serenidad y la tranquilidad que nos produce estar aquí contigo, en silencio y disfrutándote.

EL ELEFANTE QUE PERDIÓ SU ANILLO DE BODAS: Esta historia nos habla de un remoto lugar de la selva en donde habitaba un joven y hermoso elefante, que estaba en edad de casarse.

Aún no había encontrado una elefanta que le robara el corazón. Sin embargo, una tarde cualquiera, vio a lo lejos un rebaño de elefantes que se acercaba a donde estaba junto con su familia. Dentro del rebaño había una bella elefanta de la que se quedó prendado.

Los dos rebaños se unieron y el elefante comenzó a caminar junto a ella. Empezaron a conversar y pronto se dieron cuenta de que tenían mucho en común. Y así, con el paso de los días, ambos se enamoraron perdidamente. En apenas unos pocos meses le dijeron a los demás que habían tomado la decisión de casarse.

Según nos cuenta esta historia para pensar, los dos rebaños de elefantes se sintieron muy felices. Hacía mucho tiempo que no celebraban una boda y los enamorados hacían una pareja maravillosa. Algunas de las elefantas mayores se emplearon en que los novios tuvieran un hermoso ajuar de bodas. Otras diseñaron el menú para el evento del año. Sería una boda de ensueño.

Los elefantes machos, por su parte, no tardaron en disponerse a construir un gran salón. Allí se haría la boda y el baile reglamentario. Todos asistirían y sería un evento inolvidable. Por aquellos días todo era alegría y el ánimo festivo presidía el de todos los elefantes.

En un abrir y cerrar de ojos, comenzó a aproximarse el día de la boda. El elefante enamorado encargó las alianzas a un amigo suyo, que por otra parte era un excelente joyero. El anillo de bodas fue hecho pacientemente y al final quedó precioso. Faltaba solo un día para la boda cuando el elefante enamorado recibió la noticia de que los anillos estaban listos. En cuanto la noticia llegó a sus orejas se puso en marcha hacia la joyería de su amigo. Le invadía la curiosidad. Esperaba que todo hubiera quedado perfecto.

Cuando el elefante enamorado vio los anillos, quedó embelesado. Felicitó a su amigo por tan excelente obra de arte. Contento, cargó con los anillos en la trompa y se dispuso a volver a su casa. Ya solamente le faltaba el traje para la ceremonia. Pensaba en eso cuando estaba junto al arroyo. Tan distraído estaba el elefante que no se fijó en una enorme piedra que había en el camino. Sin saber a qué hora, tropezó y cayó dentro del arroyo. Ocurrió tan de repente que el elefante enamorado solo alcanzó a luchar por incorporarse. Lo logró. Sin embargo, miró hacia su trompa y se dio cuenta de que había perdido uno de los anillos de bodas.

El elefante enamorado cayó en la desesperación. Comenzó a correr paralelo al arroyo en busca del anillo perdido. Escarbaba allí y escarbaba allá, pero todo era inútil. Un objeto tan pequeño era muy difícil de encontrar. Cuanto más exploraba en el arroyo, más perdida parecía la joya y más desesperación se dibujaba en el semblante de nuestro elefante.

Un búho, curioso, había observado parte de la escena. “¡Cálmate!”, le dijo. Pero la ansiedad del elefante creció al escuchar la orden. Pensó que el búho no entendía su premura. La boda iba a celebrarse en solo un día y ya no había tiempo para hacer un nuevo anillo. ¿Qué pensaría la novia? ¿Qué pensarían todos? Eso era lo que pasaba por la cabeza del elefante enamorado mientras seguía revolviendo el arroyo. Entonces el búho dijo: “Escúchame: quédate quieto. Todo se solucionará. Sé de qué hablo”. El elefante enamorado recordó que el búho era famoso por su sabiduría, así que esta vez decidió obedecerlo. Se quedó completamente quieto por unos minutos. Pronto, las aguas del arroyo se calmaron, los sedimentos volvieron al fondo y el agua en calma dejó que la luz llegara hasta el fondo. Entonces, el elefante pudo ver el anillo y lo rescató.

De este modo el joven elefante aprendió una gran lección. Su desesperación no había generado corrientes en el agua, impidiéndole ver el anillo. Agradeció al búho la enseñanza y volvió a casa con muchas ganas de disfrutar de aquel día.

Gracias Jesús por estos instantes y por ayudarnos a la serenidad y a la calma. Las turbulencias de la vida son normales y debemos aprender a convivir con ellas, pero necesitamos siempre una mirada limpia y transparente, que vaya más allá de las apariencias. Aprendamos a tener paciencia y a esperar que pasen las turbulencias para todas decisiones importantes en la vida. Amén.

martes, 30 de agosto de 2022

7 puntos para una semana

                MIÉRCOLES

Aprovecha la circunstancia que te rodea. No creas que otras personas tienen más suerte que tú. Cada uno, como un forjador, puede ser artífice y promotor de su propia historia.

                                                                                                             P.Javier Leoz

 

lunes, 29 de agosto de 2022

                
                           
7 puntos para la semana

MARTES


Piensa en lo positivo de cada momento.

Si miras al ayer no vivirás el hoy y, si miras solamente hacia el futuro, pasarás como quien no existió.

                                                                            Autor: P. Javier Leoz

domingo, 28 de agosto de 2022


 

7 Puntos para una semana

LUNES

Crece pero, nunca olvides, que para hacerlo se necesita de una savia que lo haga posible; esa savia puede ser las personas que te rodean. Valóralas y comprobarás su riqueza.
Autor: Padre Javier Leoz


 

2022 AÑO C TIEMPO ORDINARIO XXII

 Este es el tercer banquete de Jesús en la casa de los fariseos, orgullosos opositores del maestro y al mismo tiempo fascinados por él. El banquete es un importante protagonista del evangelio de Lucas, Jesús lo tomó como imagen predilecta del Reino de los cielos y como prueba festiva de una nueva forma de habitar la tierra.

Les contó una parábola a los invitados, señalando cómo eligieron los primeros lugares: cuando te inviten, ve y ponte en el último lugar. No por humildad, no por mortificación, se trata de una cuestión evangélica, de una buena noticia: el último lugar es el lugar de Dios, que no ha venido a ser servido, sino a servir, el lugar del "Dios al revés" mostrado por Jesús.

Cuando ofrezcas una comida, no invites a parientes, amigos, hermanos, vecinos (son el círculo del afecto, nos toca el corazón); Los invitamos (que está muy bien) pero todo se queda en el círculo de la amistad, equilibrio del vínculo entre dar y tener.

Si queremos imitar la actitud de Jesús invita a los pobres, a los lisiados, a los cojos, a los ciegos: cuatro pasos que nos llevan al territorio de la gratuidad.

Llena la casa-corazón de aquellos a los que nadie acoge: parece una propuesta ilógica, vertiginosa, y en realidad nos habla de un Dios que ama a raudales, ama sin estipulaciones, sin calcular, que entra en esas vidas oscuras como una ofrenda al sol, un gesto para hacer más afectuosa su vida. Cuál sería el propósito o el resultado de una invitación dirigida a los más pobres de los pobres: La explicación que ofrece Jesús es paradójica: serás bendecido porque no tienen nada que devolverte. No tienen cosas que darte, así que se tienen a sí mismos, su persona y su alegría para darte.

El amor no tiene otra razón que el amor mismo. Y seréis bendecidos: porque Dios da alegría a los que producen amor.

En la vida nos seducen tres verbos malignos, porque hacen mal al hombre, y por eso podemos llamarlos "malditos": tomar, ascender, dominar. A ellos Jesús opone tres verbos "benditos", que contienen y generan el bien de la persona, y son: dar, bajar, servir. Dar primero, sin calcular, generosamente, a lo loco. Desciende, como el buen samaritano de su montura, como el huésped que sube al último lugar. Servir, cuidar la vida en todas sus formas: la tarea suprema de toda existencia sería custodiar vidas con la propia vida.

 

 

sábado, 27 de agosto de 2022


           FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR

 AMOR AL PRÓJIMO

 

Tener buenos detalles con los que están cerca de ti. Sabes lo que le gusta mejor que nadie, ¿por qué no aprovechar eso? Nada se disfruta más que aquello que es dado con amor, él se gana unos minutos de descanso y tú una sonrisa auténtica. Salir de uno mismo y pensar en los demás siempre es mejor y alegra el corazón.


 

jueves, 25 de agosto de 2022


 FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR 

AMOR AL PRÓJIMO

Ayudar cuando se necesite para que otro descanse. Esto se vive en las familias: cuando uno descansa otro trabaja. Nada más hermoso que saber que alguien más ya comenzó a hacer algo que necesitabas por ti o que siempre puedes pedir ayuda. Cuando nos ayudamos mutuamente a llevar las responsabilidades diarias la vida es más llevadera.

miércoles, 24 de agosto de 2022

 

2022 AGOSTO MEDITACIÓN EUCARISTICA: 

El mejor regalo

Querido Jesús en el santísimo sacramento del altar, nos reunimos de nuevo esta tarde junto a ti para experimentar tu gran amor, y sobre todo para darte gracias por el gran regalo de tu vida para con nosotros. Tu vida dada y ofrecida por cada uno de nosotros, y nos damos cuenta cuan valiosos somos para ti y el Padre. Porque cada uno de nosotros somos el gran regalo de Dios a la humanidad, a las personas que nos quieren y nos rodean y para las personas que pasas con indiferencia por nuestra vida.

Como decía san Pablo en la carta a los Filipenses 1, 3: Doy gracias a Dios cada vez que os recuerdo; siempre que rezo por vosotros, lo hago con gran alegría. Cada uno de nosotros es motivo para dar gracias porque cada uno somos un gran regalo de Dios, de la vida para la huma2nidad. Y como tal tenemos que apreciarnos y aprender a valorarnos. Encontré esta bonita historia que nos hacer meditar:

EL MEJOR REGALO: “Las Personas somos Regalos: Las personas son regalos que la vida me ha dado. Ya vienen envueltas, algunas en forma muy bella y otras de una manera menos atractiva.

Algunos han sido maltratados en el correo; otros llegan como “Entrega Especial”; algunos llegan envueltos, otros cerrados con gran rigidez. Pero la envoltura no es el regalo y es importante darse cuenta de esto. Es muy fácil equivocarse en este sentido, juzgando el contenido por el estuche.

A veces el regalo se abre con facilidad; otras se necesita la ayuda de otras personas. Tal vez es porque tiene miedo, quizá han sido heridas antes y no quieren ser lastimadas de nuevo. Pudo ser que alguna vez se abrieron y luego se descartaron. Quizá ahora se sienten más bien como “cosas” que como seres humanos.

Nosotros somos criaturas de Dios y somos personas. Como todas las demás personas también soy un regalo. Poseo una bondad que es sólo mía. Y, sin embargo, algunas veces tengo miedo de mirar dentro de mi envoltura. Tal vez temo decepcionarme, quizá no confío en el que llevo dentro. Pudiera ser que en realidad nunca he aceptado el regalo que soy. Cada encuentro y comunicación entre personas es un intercambio de regalos. Mi regalo soy yo, tú eres tu regalo. Somos obsequios de Dios unos para con otros. Es difícil pensar en ocasiones que aquel que me ha lastimado es también un regalo de Dios, pero si vemos la ofensa como una envoltura maltratada y no nos quedamos con ella, seguramente encontraremos un hermoso regalo, pues de cada suceso Dios nos tiene una enseñanza para crecer en su amor, en nuestra fe. Nosotros mismos podemos tener una envoltura tan maltratada por el tiempo y/o las circunstancias, pero lo que llevamos dentro siempre será hermoso, pues quien lo puso ahí es nuestro Creador, solo tendríamos que ver hacia adentro y estar listos para darnos… descubre en tu interior todos los dones con los que el Señor te conformó y sé el digno regalo para los que te necesitamos”.

Así es las personas somos «un regalo». Un regalo, sí. Porque nuestros ojos tienen vida propia y una luz que serpentea al son de nuestras emociones. Somos producto del gran amor de nuestro creador y por tanto somos portadores de infinitas luces y señales de vida, todo ello abre autopistas en nuestra mente, en nuestro cuerpo y en nuestro corazón.

Cualquier vida, en sí misma, es un regalo para sí y para los demás. Y es que las personas bonitas están hechas de partes individuales recompuestas, pedazos de su yo reunificado cuando ha llegado la calma después de las tormentas.

Todos sufrimos contratiempos en la vida. Cuanto más numerosos son, más aprendemos y maduramos.  Es más, se suele decir que cuando se aprende la lección el dolor desaparece, aunque queden cicatrices en nuestro cuerpo y en nuestra alma. Es por esto que, las personas más bellas son las que no han tenido fácil recorrer los caminos de su historia. No es que hayan vencido al miedo y al dolor, es que ellas saben que no se puede sanar lo que te niegas a afrontar.

Como regalos que somos, ofrecemos cada día hermosos sentimientos a los demás. Por eso es tan importante que nos asomemos al mundo con la firme convicción de que SOMOS UN REGALO. De que tenemos que aportar y absorber con gusto las aportaciones de los demás. Esa es la verdadera riqueza, el valor de que todos seamos regalos con muchos destinos. Regalos de amor, regalos de amistad, regalos de familia, regalos de todo lo imaginado y por imaginar. Gracias Jesús. Amén
 

lunes, 22 de agosto de 2022


 FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR

                                    AMOR AL PRÓJIMO

Saludar con alegría a esas personas que ves a diario. Seguro es quien abre la puerta, quien limpia, quien contesta las llamadas. Lo ves a diario y al saludarlo le recuerdas que es importantísimo lo que hace. Tanto tu trabajo como el de él/ella se hace más a gusto si le haces ver que es valioso para otros, que su presencia cambia las cosas.

sábado, 20 de agosto de 2022


 

FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR

AMOR AL PRÓJIMO

Escuchar la historia del otro, sin prejuicios, con amor. ¿Qué puede hacernos más humanos que saber escuchar? Cada historia que te cuentan te une más con el otro: sus hijos, su pareja, la jefa, el profesor, sus preocupaciones y alegrías ... tú sabes que no sólo son palabras, son partes de su vida que necesitan ser compartidas.

 


 

JORNADA VOCACIONAL SIERVOS DE MARÍA

El sábado día 20 y el domingo día 21 de Agosto,  la Orden de los Siervos de María celebramos la Jornada Vocacional. Pedimos vuestra oración por las vocaciones


 

2022 AÑO C TIEMPO ORDINARIO XXI

 Alguien pregunta a Jesús acerca de un tema muy importante para el hombre religioso. Señor, ¿son pocos los que se salvan? Jesús no responde a la pregunta y dirigiéndose a todos les exhorta a esforzarse… se comprende que la tarea no es fácil porque la puerta es angosta.  Ser discípulo de Jesús tiene su cuota de esfuerzo, dedicación, y trabajo arduo. A veces, es posible que pensemos que todo “está bien”, que no necesitamos convertirnos, transformarnos, seguir creciendo. No podemos estar “muy confiados” con lo que somos y hacemos.

Pero si nos dejamos tocar por estas palabras de Jesús es imposible no sentirse sacudidos, interpelados: “Señor, ábrenos… hemos comido y bebido contigo”; “no sé quiénes sois… alejaos de mí, los que obráis la iniquidad”. La "parábola" de hoy, Jesús al hablar de salvación, nos presenta una puerta, una casa que resuena con la fiesta, y gente agolpada pidiendo entrar.

Una casa, en primer lugar: una casa grande, tan grande como el mundo: vendrán del este y del oeste, del norte y del sur, y se sentarán a la mesa en el reino de Dios. La salvación es una casa, preparado un gran banquete, que resuena con una confusión multicolor, donde han desembarcado los barcos del sur y las caravanas del este. Esa casa parece casi el nudo de la encrucijada del mundo, el centro de gravedad de la historia, el lugar de desembarco. La salvación como una casa llena de fiesta, una casa llena de rostros y ojos brillantes en torno a la fragancia del pan y las copas de vino. Para estar bien, todos necesitamos algunas cosas: un poco de pan, un poco de afecto, un lugar donde sentirnos en casa, no errantes ni exiliados, no náufragos ni fugitivos, sino con el calor de un fuego, resguardados por una puerta que deja la noche afuera.

Cuando el propietario cierra la puerta, los que queden fuera: ¡Señor, somos nosotros, siempre hemos venido a la iglesia, hemos escuchado tu Evangelio y tantos sermones, nos hemos confesado y comulgado, ábrenos! ¿Por qué esas palabras duras 'no te conozco'? Son hombres y mujeres devotos y practicantes, pero no han transformado sus vidas a la medida de la de Cristo. No basta con comer a Jesús el, verdadero pan, hay que convertirse en pan, para ser reconocidos como discípulos, como aquellos que prolongan la vida de Jesús. "No te conozco", celebras bellas liturgias, pero no celebras la liturgia de la vida. La medida está en la vida: una vida entregada, comprometida por el bien de los demás, al menos con un vaso de agua fresca entregado. Podemos comer y beber con el Señor, conocer sus enseñanzas, y, sin embargo, seguir obrando maldades e injusticia….

Se anuncia una salvación universal, no solo para el pueblo de Israel sino para todos los pueblos de la tierra. ¡Y esto es maravilloso! Ese es el Dios en el que creemos los cristianos: un Dios que quiere la salvación de todos los pueblos, sin distinción. La experiencia del amor misericordioso del Dios de Jesús, la profunda convicción de ser hermanos y hermanas de todos. Por lo tanto, el corazón del creyente no puede discriminar, excluir, separar, dejar de lado a ninguna persona, cualquiera sea su condición, procedencia, creencia, etc.

jueves, 18 de agosto de 2022


 FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR

AMOR AL PRÓJIMO

 Llamar por teléfono a tus padres. Ahora tú vives solo, te mueves solo y quizá hasta tienes tu propia familia. Sin embargo, tus padres aún se conmueven cuando les haces saber que piensas en ellos. Estar atentos a lo que necesitan o simplemente saber cómo están es algo que no te cuesta mucho y es un gesto enorme de gratitud.

miércoles, 17 de agosto de 2022

2022 AGOSTO. 

MEDITACIÓN EUCARISTICA, CONOCER A DIOS

 En esta tarde calurosa de verano estamos aquí delante de ti Señor sacramentado para sentir que tú nos acompañas siempre en el camino de nuestras vidas. A pesar de las circunstancias que nos puedan rodear, a pesar de los momentos de dificultad que podamos pasar, a pesar de los inconvenientes y obstáculos que debamos superar tu siempre estarás a nuestro lado. Tú te haces siempre el encontradizo y nos aseguras que no nos abandonarás nunca y que tu mano siempre está tendida para que la cojamos y caminos junto a ti. Escuchemos esta bonita historia que nos recuerda la posibilidad del encuentro permanente con Dios en cualquier lugar y e cualquier persona.

CONOCER A DIOS: Había una vez un niño pequeño que quería conocer a Dios. Como sabía que el viaje hasta su casa sería largo, puso en su mochila varios paquetes de bizcochos y seis latas de gaseosa. Así inició la marcha.

Después de recorrer dos o tres manzanas de edificios, vio a una anciana que estaba sentada en el parque, contemplando a algunas palomas. El niño se sentó junto a ella y abrió la mochila. Cuando iba a tomar un sorbo de gaseosa, se dio cuenta de que ella tenía cara de hambre, por lo que le ofreció un bizcocho. Ella se lo aceptó con gratitud, sonriente. Su sonrisa era tan bella que, por verla otra vez, el niño le ofreció una gaseosa. La anciana volvió a sonreír. ¡El chico estaba encantado!

Toda la tarde estuvieron allí, comiendo, sonrientes, sin decir palabra.

Al oscurecer, el niño, sintiéndose muy cansado, se levantó para irse, pero apenas hubo andado unos pasos giró en redondo y corrió hacia la anciana para darle un abrazo. Ella le dedicó la mejor de sus sonrisas.

Poco después, cuando abrió la puerta de su casa, la madre se mostró sorprendida ante su expresión de felicidad.

- ¿Qué has hecho hoy que te sientes tan feliz? le preguntó.

- Almorcé con Dios. Antes de que su madre pudiera replicar, el niño agregó:

¿Sabes una cosa? ¡Ella tiene la sonrisa más bella que puedas imaginar!

Entretanto, la anciana también había regresado a su casa, radiante de alegría. Asombrado por la expresión de paz que irradiaba, el hijo le preguntó:

- Madre, ¿qué has hecho hoy que pareces tan feliz?

- Comí bizcochos con Dios en el parque. Y antes de que su hijo le respondiera, agregó:

¡Es mucho más joven de lo que yo esperaba!"

Querido Jesús sacramentado, esta historia nos muestra que podemos encontrarnos contigo y con Dios Padre en todos los lugares y rostros. Desafortunadamente, muchos de nosotros pasamos la vida buscando una visita de Dios, una señal, pero estamos muy ocupados para reconocerlo.

Cuantas personas y circunstancias nos hemos encontrado a lo largo de nuestra vida, y al igual que el niño y la viejecita, hemos visto a Dios en ellas. Seguramente son más de las que pensábamos.

Te pedimos Señor en esta tarde eucarística que nos ayudes a ser luz para los demás, signos eficientes y eficaces de tu presencia en medio de este mundo fragmentado y dividido. Un mundo lleno de odios, violencia y desastres. Un mundo lacerado y llagado que necesita ser recompuesto y sanado.

Ayúdanos a que nuestros ojos puedan ser los tuyos. Que nuestro abrazo transmita tu fuerza. Que nuestra sonrisa te acerque a los otros. Que nuestras manos lleven tus caricias. Que nuestros pies abran caminos hacia Ti.

Ayúdanos a que nuestra presencia deje entrever, aunque sólo sea por un rato, la parte de nuestra vida que Tú habitas.

Ayúdanos, Señor, a ser luz para los demás. Amén

 

 

lunes, 15 de agosto de 2022


           FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR

AMOR AL PRÓJIMO

Ayudar a los demás a superar obstáculos. De chiquitos lo hacíamos, ¿por qué no hacerlo ahora? Ayudarle a alcanzar el transporte, a cargar sus maletas, a cruzar la calle o regalarle unas monedas para que pueda pagar. Esos detalles nunca se olvidan. Eres el extraño que aún cree en la humanidad.

 

Comunicamos la triste noticia del fallecimiento de la madre de Fray Antonio Nofuentes.

El funeral y posterior entierro será mañana en el tanatorio de Denia a las 12h. Y el próximo viernes día 19 a las 20h, celebramos la misa funeral en nuestra parroquia. Descanse en paz

 

domingo, 14 de agosto de 2022

2022 AÑO C 

SOLEMNIDAD DE LA ASUNCIÓN 

DE LA VIRGEN MARÍA

Cuando el hombre puso un pie en la Luna, se dijo una frase que se hizo famosa: “Este es un pequeño paso para el hombre, pero un gran salto para la humanidad”. De hecho, la humanidad había alcanzado un hito histórico.

Pero hoy, en la Asunción de María al Cielo, celebramos una conquista infinitamente más grande. La Virgen ha puesto sus pies en el paraíso: no solo en espíritu, sino también con el cuerpo, toda ella. Este paso de la pequeña Virgen de Nazaret ha sido el gran salto hacia delante de la humanidad.

Que una mujer de nuestra raza, como nosotros viva en el Cielo con plenitud nos da esperanza. Porque entendemos que somos valiosos, destinados a resucitar. Dios no dejará desvanecer nuestro cuerpo en la nada. ¡Con Dios nada se pierde!

En María se alcanza la meta y tenemos ante nuestros ojos la razón por la que caminamos: no para conquistar las cosas de aquí abajo, que se desvanecen, sino para conquistar la patria de allá arriba, que es para siempre.

Hoy en el evangelio, en la visitación de María a su prima Isabel, la virgen proclama: engrandece mi alma al Señor. Engrandecer literalmente significa “hacer grande”. Engrandece al Señor y no los problemas. Muchas veces nos dejamos vencer por las dificultades y absorber por los miedos. La Virgen no, porque pone a Dios como primera grandeza de la vida. De aquí surge la alegría: no de la ausencia de los problemas, que antes o después llegan, sino que la alegría nace de la presencia de Dios que nos ayuda, que está cerca de nosotros. Porque Dios es grande. Y, sobre todo, Dios mira a los pequeños.

Hoy vemos claro que Dios ama a los pequeños, sobre todo con el don inesperado de la vida: María es virgen y se queda embarazada; e Isabel, que era anciana, espera un hijo. El Señor hace maravillas con los pequeños, con quien no se cree grande, sino que da gran espacio a Dios en la vida.

La Asunción de María a los cielos es una invitación a que miremos más al cielo, para ser conscientes de que la vida terrena no es el final del camino; estamos llamados a una vida más plena.

La Asunción de la Virgen es la respuesta de luz, dada a la oscuridad de la fe, la respuesta concreta y visible de lo que creemos; es el aplauso a la sencillez y a la pequeñez humana. María fue la mujer sencilla, pequeña y pobre, desde cuya pobreza, pequeñez y sencillez, el Todopoderoso hizo obras grandes y maravillosas en Ella.

La Asunción es y debe ser para todos nosotros un canto a la esperanza; un canto a la vida a pesar de la muerte; Ella mereció ser llevada al cielo porque estuvo siempre abierta a los planes de Dios.

Que nuestra Madre la Virgen, que ya goza del amor eterno de Dios, nos ayude y nos anime a vivir desde donde ella vivió, para que también nosotros un día podamos gozar con ella de esa vida en plenitud que Cristo nos promete.

 

sábado, 13 de agosto de 2022

FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR
AMOR AL PRÓJIMO
Corregir con amor, no callar por miedo. Corregir es un arte. Muchas veces nos encontramos en situaciones que no sabemos manejar. El mejor método es el amor. El amor no sólo sabe corregir, sino que sabe perdonar, aceptar y seguir adelante. No tengas miedo de corregir y ser corregido, eso es una muestra que los demás apuestan por ti y quieren que seas mejor.

 

EL PRÓXIMO DÍA 21 DE AGOSTO, LA ORDEN DE LOS SIERVOS DE MARÍA CELEBRARÁ SU JORNADA VOCACIONAL. PEDIMOS VUESTRAS ORACIONES
 


 

2022 AÑO C TIEMPO ORDINARIO XX

 Hoy volvemos a escuchar un evangelio de gracia, de buenas nuevas, pero molesto. Jesús comienza hablando de sí mismo, de su misión y su destino, con palabras misteriosas: Fuego, guerra, división.

Las lecturas de hoy, no sólo el Evangelio, presentan la fe como una lucha, y en el caso de Jeremías, como signo de contradicción, esfuerzo, peligro, como el mismo Cristo vivió la fe. Todos ellos nos dicen que la verdad molesta y lleva a correr riesgos.

Nosotros quizás nos hemos acostumbrado a vivir una fe líquida, conformista, descomprometida. La Palabra de hoy, nos mueve el suelo que pisamos. La fe tal como la vivió Jesús, nunca puede ser neutral. Nos sorprenden sus palabras de fuego, guerra y división, que purifican nuestra fe. Porque si Él lo vivió así poniéndose del lado de los que sufren, sus seguidores no podemos callarnos ante los atropellos cometidos y esto provocará lucha e incomodidad. El mensaje central de hoy es, por tanto, que el creyente deberá vivir siempre con la cruz de la contradicción.

Estas palabras de Jesús: He venido a prender fuego a la tierra… ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. son dramáticas, duras, reflexivas, pero hermosas. Son textos escritos bajo el fuego de la primera persecución violenta contra los cristianos, cuando los discípulos de Jesús se encontraron repentinamente excomulgados por el estamento judío. Un golpe terrible para las primeras comunidades de Palestina, donde todos eran judíos, donde las familias comenzaron a dividirse en torno al fuego y la espada, en el escándalo de la cruz de Cristo.

- El fuego es el símbolo de la presencia de Dios, en el Éxodo: la zarza ardiente y no se consume en el Sinaí; ardor del corazón para los discípulos de Emaús; lenguas de fuego en Pentecostés; llamas de fuego de Dios que es amor. He venido a mostrar el verdadero rostro de Dios sobre la tierra. Con la alta temperatura moral.

- ¿Pensáis que he venido a traer paz a la tierra? No, sino división. La paz no es neutralidad, mediocridad, equilibrio entre el bien y el mal. No vendrá como una plenitud repentina, sino como una lucha, una conquista, un terreno de conflicto, escritas con el alfabeto de las heridas grabadas en la carne inocente, el tierno cordero crucificado.

Como Jesús, también nosotros somos enviados a usar nuestra inteligencia no para venerar el calor de las cenizas, sino para guardar el ardor del fuego, somos un puñado de calor y de luz arrojados a la faz de la tierra, no para deslumbrar, sino para iluminar y calentar la porción que nos ha confiado.

Quizá nuestra misión sea, sin imponer, teñir todo el conglomerado y hacerlo arder por el fuego de la justicia, de la paz, del amor de Dios, de la fraternidad, del perdón, del bienestar general y no particular. Lógico, pues, que esto no deje indiferente a nadie; a unos, porque no les gusta y les parece “poco moderno” y a otros, porque nos parece injusto el trato que recibe la iglesia. Aprender a vivir en la contrariedad y en las dificultades.

 

jueves, 11 de agosto de 2022


       FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR 

                    AMOR AL PRÓJIMO

Seleccionar lo que no usas y regalarlo a quien lo necesita. ¿Te has imaginado alguna vez que tu playera favorita de cuando tenías 17 años, ahora es la playera favorita de una adolescente que no tiene mucho que ponerse? Si eres hermano mayor, lo sabes. Por eso es bueno acostumbrarnos a valorar lo que tenemos y si tenemos más de lo que necesitamos, regalarlo nos ensancha el corazón y protege del frío a otro.

 

miércoles, 10 de agosto de 2022


 2022 AGOSTO MEDITACIÓN EUCARISTICA: Quiero comprar un milagro.

 Delante de ti Jesús eucaristía nos encontramos para buscar un poco más de fe que llene nuestra vida de esperanza. Constatamos que con el paso de los años dejamos de tener la fe que tienen los niños, los inocentes, los sencillos y humildes. Nos complicamos y buscamos respuestas lógicas y concretas y a veces solo basta confiar. Si confiar en tu amor y dejarnos arrastrar por él, sintiéndolo muy profundamente de nuestro ser, no intentándolo comprender y explicar. Esta es la historia de la niña que quería “comprar un milagro”.

Quiero comprar un milagro: Teresa era una niña de ocho años. Un día escuchó a su madre y a su padre hablar acerca de su hermanito Andrés que estaba muy enfermo y que su familia no tenía dinero para pagar el tratamiento. Planeaban mudarse a otro apartamento el siguiente mes porque su padre no tenía el dinero para pagar las facturas del médico y la hipoteca de la casa. Solo una operación costosísima podría salvar a Andrés y su padre estaba gestionando un préstamo, pero no lo conseguían.

Escuchó a su padre murmurarle a su madre, quien tenía los ojos llenos de lágrimas: Solo un milagro puede salvarlo.

Teresa fue a su cuarto y sacó un cerdito que le servía de hucha y que mantenía escondido en el armario de la ropa. Rompió el cerdito y vació todo su contenido en el suelo para contarlo cuidadosamente. Lo contó una segunda vez, ¡una tercera! No había margen para errores. Luego colocó todas las monedas en un frasco, lo tapó y salió por la puerta trasera de su casa y caminó seis calles hasta la farmacia.

Esperó su turno. El farmacéutico, que estaba ocupado hablando animadamente a un señor no le prestó ninguna atención. Entonces ella, sacando una moneda del frasco golpeó el mostrador.

- ¿Qué deseas? le preguntó el farmacéutico en un tono desagradable.

Y le dijo sin esperar respuesta:

- ¿No ves que estoy hablando con mi hermano que acaba de llegar de Chicago y no lo he visto en años?

- Bueno, yo quiero hablarle también acerca de mi hermano, le contestó Teresa en el mismo tono. Está muy enfermo y quiero comprar un milagro.

- ¿Qué dices? dijo el farmacéutico.

- Su nombre es Andrés y tiene algo creciéndole dentro de la cabeza y mi padre dice que sólo un milagro lo puede salvar. Así que, ¿cuánto cuesta un milagro?

- Aquí no vendemos milagros, pequeña. Lo siento, pero no te puedo ayudar, le contestó el farmacéutico; ahora en un tono más dulce.

- Mire, yo tengo el dinero para pagarlo. Si no es suficiente, conseguiré el resto. Sólo dígame cuánto cuesta.

El hermano del farmacéutico era un hombre elegante. Se inclinó y le preguntó a la niña: ¿Qué clase de milagro necesita tu hermanito?

- No lo sé, contestó Teresa con los ojos llorosos. Sólo sé que está bien enfermo y necesita una operación. Pero mi papá no puede pagarla, así que yo quiero usar mi dinero.

- ¿Cuánto dinero tienes? le preguntó el hombre de Chicago.

- Un euro con once céntimos, contestó Teresa en una voz que casi no se entendió. Es todo lo que tengo, pero puedo conseguir más si lo necesita.

- Pues que coincidencia, dijo el hombre sonriendo, es justo el precio de un milagro. Tomó el dinero y le dijo a la niña: Llévame a tu casa, a ver a tu hermano y conocer a tus padres. Yo tengo el milagro que tú necesitas.

Ese hombre era el Dr. Carlton Armstrong, un cirujano especialista en neurocirugía. Realizó la operación sin costo y en poco tiempo Andrés estaba de regreso en casa y con salud.

Los padres de Teresa hablaban felices de las circunstancias que llevaron a este doctor hasta su puerta. Esa cirugía, -dijo su madre- fue un verdadero milagro. Me pregunto cuánto habría costado.

Teresa sonrió. Ella sabía exactamente cuánto costaba un milagro, un euro con 11 céntimos, más la fe de una pequeña.

Señor tu dijiste “En verdad os digo que, si tuviereis fe como un grano de mostaza, diríais a este monte: Vete de aquí allá, y se iría, y nada os sería imposible” (Mt 17, 20). Amén

martes, 9 de agosto de 2022

FORMAS SENCILLAS DE EXPRESAR

 AMOR AL PRÓJIMO

Sonreír ¡Un cristiano siempre es alegre!: No nos damos cuenta, pero cuando sonreímos aligeramos la carga a quienes nos rodean. Cuando vamos por la calle, en el trabajo, en la casa, en la universidad. La felicidad del cristiano es una bendición para los demás y para uno mismo. Quién tiene a Cristo en su vida no puede estar triste.

 

 

sábado, 6 de agosto de 2022


                        FORMAS SENCILLAS 

          DE EXPRESAR AMOR AL PRÓJIMO

Detenerte para ayudar. Estar atento a quien te necesita. ¿Qué más podemos decir? No importa si es un problema de matemáticas, una simple pregunta o alguien que tiene hambre ¡jamás sobra la ayuda! Todos necesitamos de los demás. Aunque suelas ayudar, recuerda que tú también eres necesitado.

 


 

2022 AÑO C TIEMPO ORDINARIO XIX

 Queridos hermanos corren malos tiempos para la esperanza. La pandemia, las guerras, las crisis de la energía, el alza del coste de la vida, han influido mucho y siguen influyendo más y más en nuestro estado de ánimo, en nuestra capacidad de resistencia, en nuestro valor para afrontar los retos. Sentimos que los problemas son nuestros, pero las soluciones escapan de nuestras manos.

Tenemos que recuperar la esperanza, aunque sea el deseo de un bien futuro y difícil, pero que es posible alcanzar y disfrutar. El ser humano necesita vivir esperanzado. Nuestra vida no está hecha al nacer, ni determinada por el instinto, tenemos que plantearnos seriamente y realizar nuestro proyecto vital: lo que estamos llamados a ser, desarrollar las potencialidades, ocupar nuestro sitio en la vida, establecer y mantener fielmente vínculos afectivos que dan valor, color y alegría a la existencia. Si no lo hacemos no somos protagonistas, sino marionetas.

Jesús nos asegura que es posible la esperanza porque tenemos garantizada la meta, no por nuestros méritos o esfuerzo, sino por puro amor de Dios por nosotros: “No temas, pequeño rebaño; porque vuestro Padre ha tenido a bien daros su Reino”. Un Reino que es Él mismo, con todo lo que conlleva de plenitud y felicidad personal y universal. Un Reino que nos hace reconocer el tesoro que son nuestros hermanos, y procurar su bien, compartiendo lo que somos y tenemos: “Dad limosna, haceos talegas que no se echan a perder”. Ahí, en Dios y en los que sufren, hemos de colocar nuestro corazón, nuestros deseos, nuestros anhelos, para que esa meta dinamice nuestra vida y acción: “Porque donde está vuestro tesoro, allí estará también vuestro corazón”.

No se trata de un esperar perezoso, con los brazos cruzados. No se trata de aislarse en un paraíso artificial de fantasías piadosas. Jesús lo sigue diciendo: “Vosotros estad como los que aguardan a que su señor vuelva de la boda, para abrirle apenas venga y llame.”. Vivir en la ilusión de un encuentro con el Señor cada vez más pleno hasta que llegue el definitivo.

La pandemia y sus secuelas nos están haciendo mucho más conscientes de que lo que nos define a los seres humanos es la vulnerabilidad, la capacidad de ser heridos física, psicológica, espiritual, socialmente… Por desgracia, también tenemos y ejercitamos la capacidad de herir a los otros para sentirnos más fuertes, más poderosos, más seguros. Por eso hay que dedicarse al cuidado recíproco. Cada uno de nosotros somos ese administrador encargado de cuidar al otro, según sus necesidades, y no según nuestro capricho o ganas. La idea-fuerza del nuevo mundo está en el valor de cuidar.

Impresiona la imagen inédita de Dios, el Dios vuelto del revés, servidor de los siervos. Jesús arrodillado ante los apóstoles, con sus pies en las manos. El milagro de la confianza del Señor, creemos en él, porque él cree en nosotros. Es el único Señor al que servir porque es el único que se ha hecho nuestro servidor. Este es el criterio de que nuestra esperanza es realista y cristiana: vamos haciendo camino al andar con el Señor, como el Señor, hasta alcanzar plenamente el Reino.