domingo, 2 de junio de 2019


 ASCENSIÓN: DEL JESÚS VISIBLE AL INVISIBLE
Dijo Jesús: Así está escrito: El Mesías padecerá, resucitará de entre los muertos… vosotros sois testigos de esto…los sacó hacía Betania y, levantando las manos…mientras los bendecía se separó de ellos subiendo al cielo
ENTRA EN TU INTERIOR
Con este relato concluye el evangelio de Lucas y configura el inicio del libro de los Hechos de los Apóstoles. La narración de la Ascensión nos relata los últimos momentos de Jesús con los suyos,  es la culminación del itinerario del Jesús visible y el tránsito al invisible que da origen al tiempo de la Iglesia, de la comunidad portadora y transmisora de la Buena Noticia, contagiando el estilo de vida de Jesús. La Ascensión del Señor da inicio a  una nueva forma de permanecer entre nosotros: en la Palabra, en el pan partido y compartido, en el rostro de cada hombre que sufre, en el que busca, ama y espera. Su mensaje no morirá porque se hace vida en nosotros  impulsándonos a hacer vivas sus palabras y sus gestos. La ausencia del Jesús visible no es el “vacío”, Jesús vuelve al Padre levantando sus manos y bendiciendo a sus discípulos. Es su último gesto, Jesús asciende y sobre el mundo desciende su bendición. Jesús asciende y nos deja la puerta abierta  hacia el Padre. En esta nuestra sociedad marcada por el afán  y la obsesión de ascender mediante privilegios imagen social etc… nos es bueno recordar que  para ascender primero hay que descender con humildad y con sencillez. Seamos pues portadores de la Buena Noticia y anunciemos que otra sociedad es posible, al estilo de Jesús.

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