domingo, 9 de abril de 2023


 

2023 AÑO A PASCUA DE RESURRECCIÓN

 

Queridos hermanos el breve recorrido que hemos realizado por la historia de la salvación sacamos una conclusión: la Palabra de Dios es la única capaz de cambiar nuestra historia de oscuridad en una historia de luz; la Palabra de Dios es la única que nos hace reconocer y cargar de un sentido nuevo los acontecimientos de nuestra vida personal.

Y ha culminado con la buena noticia que el Señor no estaba en el Sepulcro. Con las primeras luces, casi clandestinamente, las mujeres se dirigen a la tumba de Jesús. Con las manos vacías, sólo van a visitar la tumba: a mirar, a observar, a detenerse, a recordar. Son las mismas mujeres que el viernes permanecieron, sin retroceder un milímetro, en el perímetro alrededor de la cruz. Un ángel bajó del cielo, se acercó, hizo rodar la piedra y se sentó sobre ella. No abrió el sepulcro para que Jesús saliera, ya había salido, sino para mostrárselo a las mujeres: el sepulcro está vacío, el Nazareno ya está en otra parte.

"¡Sé que buscáis a Jesús, pero no está aquí! Vosotras, buscadoras, mendigas del amado, continuad, pero con ojos nuevos. Qué hermoso es esto: ¡no está aquí! Cristo está ahí, existe, vive, pero no aquí. No está encerrado en ninguna parte. Hay que buscarlo en otra parte, lejos del territorio de las tumbas, está en la calle, es un Dios que hay que experimentarlo en la vida. En todas partes, pero no aquí, entre las cosas muertas.

Hay que mirar más hondo: Él no está aquí, está delante de ti, está delante para abrir nuestra inmensa peregrinación hacia la vida. Él está delante, recibiendo en su rostro el viento, el sol, el futuro, la violencia. Ve, él te precede. Tenemos un Dios que ama los espacios abiertos, que abre caminos, atraviesa piedras y abre tumbas. Pascua significa "paso". No es una fiesta para los sedentarios, sino para los peregrinos, para los que inventan caminos que conducen hacia más justicia, más paz, más armonía con la creación, hacia la tierra nueva y los cielos nuevos.

Él va delante de vosotros a Galilea. Allí le veréis. Muerto en Jerusalén, resucitado en Jerusalén, pero el encuentro tendrá lugar en los márgenes, lejos del centro de los poderes asesinos, en Galilea, donde todo comenzó.

Debemos releer toda la vida de Jesús para entender su resurrección. Debemos desandar su vida desde el principio, entonces comprenderemos que Dios lo resucitó porque una vida así no puede terminar. Que tales gestos y palabras merecen no morir, tienen dentro la vida indestructible que Dios da a los que producen amor.

Hoy renovaremos nuestras promesas bautismales y renovaremos nuestra fe en Jesús, el que VIVE, el que está con nosotros siempre y nos acompañará eternamente, Feliz Pascua de resurrección hermanos, resucitemos con él, vivamos la VIDA nueva que él nos consiguió.

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