domingo, 7 de diciembre de 2014

LA GRANDEZA DE MARÍA RADICA EN SU SI



EL SI AL GRAN PROYECTO DE DIOS
La grandeza de María radica en su “si” al Señor. María en el  silencio de Nazaret escucha y acoge, acepta y responde al mensaje divino. Se pone al servicio del proyecto que Dios tiene para ella, desde la humildad, con sencillez y modestamente. Lo importante es que hagamos nuestras las mismas actitudes que tuvo María aquel día cuando conoció los planes de Dios.

ENTRA EN TU INTERIOR

El anuncio del ángel “Alégrate, llena de gracia el Señor está contigo”.  El motivo de la alegría es el descubrirnos amados y elegidos por Dios: su “gracia” y su presencia. Ser mirados y llamados por Dios es lo mejor que no puede suceder ¿Siento yo la alegría al saber que el Señor está conmigo”.

María se turba. ¿Me dejo sorprender por los proyecto que el Señor tiene para mi?

María se pregunta ¿Cómo encaja este proyecto en mi realidad presente? Y yo ¿ me preocupo en encajar en el proyecto que el Señor tiene para mí?

María cree.”Dichosa por has creído”. Creer es abandonarse y comprometerse. ¿Me comprometo, me abandono a su plan?

María consiente “Hágase en mi”. No dice “lo voy a hacer, sino Hazlo. ¿Es así de rotundo mi si?

La aceptación libre y responsable “Aquí está la esclava del Señor, hágase en mi según tu palabra”. La frase final de María es breve y concisa, casi como un susurro en la intimidad de una humilde aldea – Nazaret- pero  su disponibilidad cambia el transcurrir de su historia y también de la nuestra



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