miércoles, 28 de septiembre de 2022


 ADORACIÓN EUCARISTICA. 

                                                          Que la llama no se apague

 

Delante de ti Jesús eucaristía nos presentamos con un corazón abierto para disfrutar estos momentos contigo. Momentos que nos edifican y nos plenifican, nos llenan de todo lo que tú eres amor, luz, paz, serenidad. Tantas veces vamos buscando algo de luz en nuestra vida y nos desviamos detrás de las luces efímeras que nos presenta este mundo y esta sociedad.

Nosotros, cristianos de hoy día, estamos rodeados de tantos problemas, atractivos, preocupaciones, que con frecuencia cuesta mantener nuestra mente y nuestro corazón orientados a las cosas que son realmente importantes y no ser atrapados por las cosas del día a día.

La historia que hoy presentamos a nuestra meditación, ofrece una solución que nos puede dar una pista para cuando nosotros también queramos evitar ser atrapados por el mundo actual y sus preocupaciones. Basta estar convencidos que la luz solo viene de ti y de nuestro interior porque tú la pusiste ahí para que la descubramos.

 

QUE LA LLAMA NO SE APAGUE: Cuentan que un rey muy rico de la India, tenía fama de ser indiferente a las riquezas materiales y hombre de profunda religiosidad, cosa un tanto inusual para un personaje de su categoría.

Ante esta situación y movido por la curiosidad, un súbdito quiso averiguar el secreto del soberano para no dejarse deslumbrar por el oro, las joyas y los lujos excesivos que caracterizaban a la nobleza de su tiempo.

Inmediatamente después de los saludos que la etiqueta y cortesía exigen, el hombre preguntó:

- “Majestad, ¿cuál es su secreto para cultivar la vida espiritual en medio de tanta riqueza?

El rey le dijo:

- Te lo revelaré, si recorres mi palacio para comprender la magnitud de mi riqueza. Pero lleva una vela encendida. Si se apaga, te decapitaré.

Al término del paseo, el rey le preguntó:

- ¿Qué piensas de mis riquezas?

La persona respondió:

- No vi nada. Sólo me preocupé de que la llama no se apagara.

El rey le dijo: Ese es mi secreto. Estoy tan ocupado tratando de avivar mi llama interior, que no me interesan las riquezas de fuera.

 

Muchas veces deseamos vivir como mejores cristianos y tener vida espiritual, pero sin decidirnos a apartar la mirada de las cosas que nos rodean y deslumbran con su aparente belleza. Procuremos «ver hacia adentro» y avivar nuestra llama espiritual, pues solo vemos bien con los ojos del corazón. Esos ojos han sido educados por el Creador para descubrir bellezas inalcanzables y extraordinarias:

- Al tener nuestra mente y nuestro corazón puestos en el Señor, podemos aprender a conocerle y amarle. Descubrir que él es la perla preciosa que vale la pena vender todo lo que tenemos para estar cerca de él.

- Las trivialidades y preocupaciones de la vida no podrán apartarnos del buen camino. Porque ellas solo sirven para el bien y para que podamos alcanzar nuestro fin y nuestro objetivo. Si colocamos a ellas como nuestra última finalidad nos abocaremos al desastre y a la aniquilación.

- Crecerá nuestro amor por la familia y nuestros semejantes, surgirá la necesidad del cuidado de todas las criaturas y de todo lo creado.

- Viviremos alegres en esta vida, preparándonos para alcanzar la felicidad eterna al lado de nuestro Padre.

Todo hombre tiene siempre un “tesoro” que intenta cuidar, proteger y acrecentar. Si su tesoro es el dinero, ahí estará su corazón. Si su tesoro es el poder, en ello pondrá todo su empeño. Pero cuando nuestro tesoro es Cristo, el esfuerzo que hemos de realizar no ha de ser menor; es más, tendría que ser mayor pues el tesoro tiene mucho más valor. Ayúdanos tu señor Jesús a colocarte en el centro de nuestra vida y que tú seas la luz que nos guie siempre. Amén

 

No hay comentarios:

Publicar un comentario