domingo, 18 de octubre de 2015

SERVIR



EL SERVICIO DESDE EL AMOR, CONSTRUYE FRATERNIDAD
Los hijos de Zebedeo propusieron a Jesús que les sentará en la gloría a su lado. Jesús les respondió: no sabéis lo que pedís. El que quiera ser grande, sea vuestro servidor y el que quiera ser primero que sea esclavo. Porque el Hijo del hombre, no ha venido para que le sirvan, sino a servir y a dar la vida por todos.
ENTRA EN TU INTERIOR:
La sociedad del siglo XXI, está cada día más basada en buscar influencias y agradecer favores.  Aspiración de poder. Santiago y Pablo tenían un amigo influyente, pero el pensamiento de Jesús es claro en este sentido, completamente contrario al que sueñan o aspiran. El pedido de los apóstoles revela nuestros deseos de ser aprobados y premiados. Jesús en cambio mide al hombre no por su capacidad de conseguir que los demás le sirvan, sino la disposición de servir a los demás, ahí está la verdadera grandeza: el servicio y el cuidado de los demás.. Lo que verdaderamente nos salva es el amor que se entrega, el servicio desinteresado. El amor no aspira a los primeros puestos sino a vivir y compartir lo que Él vive y comparte.
¿Cómo me siento afectado por una sociedad en la que se valora ante todo la imagen, el prestigio, el ser una persona con éxito, con dinero, con poder...? ¿Cuál es mi valoración del servicio que realizo?

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