martes, 7 de diciembre de 2021

2021 AÑO C SOLEMNIDAD DE LA INMACULADA CONCEPCIÓN

En el trascurso de este tiempo de Adviento nos encontramos con esta celebración de la Inmaculada Concepción, una de las fiestas grandes de la Madre de Jesús. María, es considerada por la Iglesia la primera entre todos los santos y nos indica que en ella podemos ver un modelo perfecto en el cual miramos todos nosotros.

María reunió en su vida una serie de actitudes que la hicieron mantenerse pura desde su concepción, obra de Dios, y a lo largo de toda su existencia por su fidelidad: Es la humildad de quien se sabe pequeña, la disponibilidad absoluta de servicio al que la necesita, la confianza en Dios, la discreción sin buscar protagonismo, la fe confiada de la que cree sin haber visto, todas estas cosas la hacen ser la primera entre todos.

María cuando recibe el anuncio del ángel de que va a ser la madre de Jesús, sabe estar disponible a lo que se le anuncia, sabe aceptar los planes de Dios sobre ella, no se echa atrás, es una mujer con una fe lo suficientemente fuerte como para aceptar lo que Dios quiere.

El camino del Adviento sólo se puede hacer desde la fe, si yo sé reconocer en el niño del portal al Hijo de Dios, si yo se reconocer en él al Salvador del mundo y ese niño también me está pidiendo a mí la fe suficiente para aceptar los planes de Dios sobre mí que distinto seria todo.

Además la Inmaculada es patrona de España. La palabra patrón tiene distintos significados:

- Patrón es el amo, la dueña, el propietario. O sea, el que está por encima. Este sentido de patrón tiene poco de evangélico.

- Patrón también puede ser el protector, el defensor. Por eso, los pueblos o las congregaciones religiosas buscan buenos defensores, buenos intercesores. La Virgen María es la mejor intercesora. Ella, por su santidad de vida, está cerca de Dios. Y está muy cerca de nosotros.

- Finalmente, patrón es el modelo del que se sirve un artesano para sacar otra cosa igual. Aplicado a María: ella es el mejor patrón, o la mejor patrona de vida cristiana; mirándola a ella tenemos una buena orientación para vivir evangélicamente.

Las primeras palabras de María que serán la constante de toda su vida es “hágase en mí según tu Palabra”, o sea, que se cumpla en mi vida la voluntad de Dios. Jesús dijo: mi madre y mis hermanos son los que cumplen la voluntad de Dios.

María con su ejemplo nos guía en el camino hacia la Navidad, ella nos indica el camino, sólo queda que yo me decida a seguirlo de una vez por todas, sólo queda que yo tenga el coraje suficiente como para ser más constante y firme a la hora del seguimiento de Jesús.

Las siguientes palabras revelan el motivo del gozo: estás llena de gracia. María no está llena de gracia porque haya respondido "sí" a Dios, sino porque Dios fue el primero en decirle "sí", sin condiciones. Él dice "sí" a cada uno de nosotros, antes de cualquiera respuesta muestra. Que yo sea amado depende de Dios, no depende de mí.

 

Dios convoca a María para convertirse en colaboradora de la mayor historia. Darás a luz un hijo, que será un hijo de la tierra y un hijo del cielo, tu hijo y el hijo del Altísimo, y se sentará en el trono de David para siempre.

La respuesta de María: aquí está la sierva del Señor. En la Biblia, el sirviente no es "la criada". La sirvienta del rey es la reina, la segunda después del rey: tu proyecto será el mío, tu historia mi historia, tú eres el Dios del pacto y yo seré tu aliado. Soy la sierva.

Como el de María, nuestro "¡aquí estoy!" puede cambiar nuestra historia personal y colectiva.

 

 

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