2025 CICLO C TIEMPO ORDINARIO XXV
La parábola del administrador infiel
sorprende e incluso desconcierta porque parece que Jesús alaba su conducta. La cuestión sin embargo no está en el contenido concreto de la historia sino en lo que Jesús espera de sus discípulos.
Las
parábolas presentan hechos cotidianos fácilmente reconocibles por los oyentes para invitarles a imaginar realidades diferentes. No se nos pide que analicemos pormenorizadamente los contenidos, los interpretemos y saquemos conclusiones, se nos pide que nos dejemos interpelar, que nos abramos a valorarla de una forma nueva.
El protagonista de la parábola
había usado los bienes que administraba en su propio beneficio. Al ser denunciado y despedido busca una salida que le permita tener apoyos cuando se haga pública su situación y así no terminar en la misería. Lo que el administrador buscaba era ganarse amigos entre los deudores del propietario para tener quien le ayudase al perder su puesto. Su estrategia fue rebajar lo que aquellas personas debían renunciando a la comisión que le correspondería
tras el cobro del deudo.
Llama la atención la rapidez y astucia de su maniobra para asegurarse el futuro , pero también sorprende la generosidad del propietario estafado que lo despide, pero no le exige volver el robado ni lo denuncia. Incluso, cuando conoce lo que ha hecho tras ser despedido lo felicita por su sagacidad por asegurarse un futuro.
Jesús nos comunica que cuando alguien decide seguirle tiene que compartir su vida con los demás y ayudar en la medida de su situación económica. Esta actitud, no debería ser algo puntual o fruto de un acto heroico sino un modo de vida . Para ello, es necesario mantenerse fiel cada día en lo cotidiano y en lo pequeño. Lo importante no es juzgar las conductas de los protagonistas del relato sino plantearnos el recto uso de los bienes, en el ámbito personal y comunitario, recordando las palabras No podéis servir a Dios y al Dinero .
Es imposible ser fiel a un Dios que es Padre de todos y vivir al mismo tiempo esclavo de los dineros y del propio interés. Solo hay una manera de vivir como hijo de Dios, y es vivir como hermano de los demás. Lo que sólo vive al servicio de sus dineros e intereses no puede ocuparse de sus hermanos, y no puede, por tanto, ser hijo fiel de Dios.
La parábola tiene una invitación a desarrollar la agudeza para acertar en la vida, acerto que no consiste en tener dinero, sino en ganar amigos que nos reciban en las moradas eternas.
Vivir con acierto, con sabiduría, es identificarnos con aquello que val la pena, los verdaderamente importantes y nos hace felices.
Jesús no alaba el deleite
del administrador, sino su astucia y resolución, su imaginación y forma de calcularlo todo, su rapidez y eficacia. El administrador fraudulento no hizo nada a medias. Se arriesgó. Fue a por todas. Y por eso únicamente Jesús lo admira y lo pon como ejemplo . El mensaje de este domingo se resume en tres palabras: generosidad, inclusión y sagacidad .
No hay comentarios:
Publicar un comentario