domingo, 12 de febrero de 2023


 

2023 AÑO A TIEMPO ORDINARIO VI 

Los judíos hablaban con orgullo de la Ley de Moisés. Según la tradición, Dios mismo la había regalado a su pueblo. Era lo mejor que habían recibido de él. Ahí pueden encontrar todo lo que necesitan para ser fieles a Dios.

También para Jesús la Ley es importante, pero ya no ocupa el lugar central. Él vive y comunica otra experiencia: está llegando el reino de Dios; el Padre está buscando abrirse camino entre nosotros para hacer un mundo más humano. No basta con cumplir la Ley de Moisés, es necesario abrirnos al Padre y colaborar con él para hacer la vida más justa y fraterna.

Habéis oído que se dijo…. pero yo os digo. Es la gran novedad que trae Jesús: no la reelaboración de un código, sino la valentía del corazón, la valentía del sueño de Dios. Actuando sobre tres palancas maestras: la violencia, el deseo, la mentira.

- Se dijo: no matarás; pero yo os digo que cualquiera que se enoje con su hermano, cualquiera que guarde rencor es en su corazón un asesino. Jesús va directamente al motivo de las acciones, allí donde se forman. El odio no es sólo mi muerte lenta, es una incubadora de asesinatos. Jesús muestra los tres primeros pasos hacia la muerte: ira, insulto, desprecio, tres formas de asesinato.

Ellos serán destinados al fuego de la Gehenna. Gehenna no es el infierno, era una cañada, en las afueras de Jerusalén, donde se quemaba la basura de la ciudad, de la que salía perpetuamente un humo acre y maloliente. Jesús dice: si desprecias e insultas al otro, conviertes en basura tu vida; es más que un castigo, es tu humanidad que se pudre y se hace humo.

- Habéis oído que se dijo: no cometas adulterio. Pero yo os digo: si miráis a una mujer para desearla, ya sois adúlteros. Si deseas a una mujer-hombre; si buscas desear, con actitud depredadora, para conquistar y violar, seducir y poseer, si la reduces a un objeto que tomar o exhibir, cometes una ofensa contra la grandeza de esa persona. Adulterio procede del verbo adulterar, que significa alterar, falsificar, arruinar. El adulterio no es un crimen contra la moral, sino un crimen contra la persona, contra el rostro elevado y puro del hombre.

- Habéis oído que se dijo: “No jurarás en falso” y “Cumplirás tus juramentos al Señor”. No jures en absoluto; que tu decir sea sí, sí; no, no. De la prohibición de jurar, Jesús pasa a la prohibición de mentir. Di siempre la verdad, y ya no habrá necesidad de jurar; no necesitarás mostrarte más que como eres en tu interior; aprecia tu corazón y podrás apreciar toda la vida que te rodea.

La clave de este evangelio es la referencia a la reconciliación con el hermano: “Si cuando vas a poner tu ofrenda sobre el altar…”. A Dios no le agradan ni oraciones ni sacrificios de quienes no se perdonan de corazón o tienen algo contra el hermano. Quien no perdona de corazón al hermano, tampoco puede esperar ser perdonado por Dios.

La Palabra de Dios es exigente para todos los que queremos seguirle, pues el amor a Dios no es sincero si no nos lleva a amar a nuestro prójimo.

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