domingo, 26 de febrero de 2023


 

GRACIAS, SEÑOR

Sin saber cómo ni por qué,

he dicho “no” a lo que me degrada.

Me prometieron ser más feliz lejos de ti

y, veo, que son más desdichados los que de ti se apartaron.

Me señalaron que, con pan, vino y dulce

no tendría necesidad de más sustento

pero, con el tiempo, he aprendido

que, el dulce empalaga,

el vino embriaga demasiado

y el pan se endurece sobre la mesa

Sólo Tú, Señor, conservas la frescura

eres algo siempre nuevo

y, en tu Eucaristía, permanentemente tierno.

¿Cómo voy a dejarte, Señor?

Ayúdame, Jesús, a combatir el buen combate

A defender mi fe y mi esperanza

A no esconder mi rostro cuando el enemigo me pregunte 

si yo tengo algo que ver contigo

GRACIAS, SEÑOR 

Conocerte ha merecido la pena

Servirte es mi lucha cada día

Y, no caer en la tentación de la debilidad,

es mi oración a Ti confiada.

Guárdame y ayúdame, Señor,

a salir victorioso de tantas dudas

que siembran en mí interior incertidumbre. Amén

 

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