JESÚS NOS ENSEÑA COMO ALCANZAR LA DICHA
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LAS BIENAVENTURANZAS - Mateo 5, 1-12
ENTRA TU INTERIOR
Posiblemente, cuando subió Jesús a la montaña encontró, lo
mismo que hoy encontramos nosotros cuando nos observamos el interior y miramos
a nuestro alrededor: gente rota por el dolor, desesperada en busca de un
empleo, gente pobre, menospreciada, marginada socialmente, sola en la
comunidad, etc... Y de repente irrumpe la voz desconcertante de Jesús que dice
y nos dice “ dichosos”, “felices”, “bienaventurados”, ¿cómo podemos ver dicha y
felicidad en esas realidades?. Pero el maestro nos enseña el camino para
conseguirlo.
GRACIAS por darnos las claves de la dicha. GRACIAS, por
darnos las pautas para conseguir seguir caminando y
afrontando las dificultades.
GRACIAS por darnos tu bendición y gracias para ser bendición y gracia
para los demás
Las Bienaventuranzas siempre golpean como un eco en lo
profundo del corazón
Jesús no nos habla de
la felicidad más allá de la muerte, de la Vida eterna. En esta ocasión nos
habla del aquí y del ahora, de vivir en plenitud ya, en nuestro día a día. Los criterios a seguir para conseguir el
ideal de vida, para dar sentido a nuestra vida.
Las Bienaventuranzas nos pueden parecer utopías, solo para soñadores de
un mundo mejor, pero si nos mueve la generosidad hacia nuestros hermanos, veremos que se trasforman en felicidad cuando
las vivamos, cuando tengamos el coraje de llevarlas a la práctica. La felicidad
se consigue al conseguir ver la felicidad y la dicha en los que nos rodean.
Contagia. Hacer feliz, crea dicha.