sábado, 4 de febrero de 2017



TU PROYECTO PARA NOSOTROS: 
QUE BRILLEN NUESTRAS OBRAS, CON SABOR DEL EVANGELIO
Dijo Jesús a sus discípulos: Vosotros sois la sal de la tierra, la luz del mundo...brillen así vuestra luz para que vean vuestras buenas obras y den gracias a Dios.
ENTRA EN TU INTERIOR
Tanto la sal como la luz son elementos necesarios en la vida cotidiana, y Jesús nos propone ser estos elementos en medio del mundo, en nuestro entorno inmediato, en nuestra familia y en nuestro corazón.  Jesús no nos habla de manera individual; no nos indica sé la luz, sé la sal, nos habla de manera colectiva.  No debemos manifestarnos ostentosamente y con gran poder, ni sentirnos  con  gran poderío, es más bien una invitación a que nuestra vida pueda iluminar la vida de los demás para que no se sientan a oscuras, aunque eso signifique gastar parte de nuestras “baterias”, nuestras “pilas”. Debemos dar sabor a la vida de los más desfavorecidos para que encuentren gusto, y más sabor a sus existencias. Debemos ser la luz que contagia optimismo, que enciende nuestro entorno. Luz que hace brillar, Sal que “sale” a extender la mano a nuestros hermanos.
¿Cómo es la luz de mi interior?. Espero ser como la luna que frente al sol, refleje tu luz y la extienda por la oscuridad.

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