CORPUS CHRISTI –
CUSTODIA PARA LLEVARTE EN NUESTRO CORAZÓN
Jesús mandó a sus discípulos a la ciudad para preparar la
cena de Pascua. Mientras comían, Jesús
tomó pan y bendiciéndolo lo partió diciendo: Tomad, esto es mi cuerpo. Después
tomó el cáliz y dando gracias les dijo: Esta es mi sangre…
ENTRA EN TU INTERIOR
Cristo por amor se ha quedado entre nosotros hecho Palabra y
Sacramento, misterio y presencia, Pan partido y compartido, sangre derramada
por cada uno de nosotros. Celebrar la eucaristía es comprometerse con los demás,
ser pan para el hermano, recibir el pan para compartirlo en entrega. Comulgar
con Cristo es ser custodia de llevarlo en nuestro corazón, de compartir, es
comulgar con todos nuestros hermanos que sufren, ya que se entrega a cada uno
de nosotros, no individualmente, en un gesto de su supremo Amor por ti, por mí,
por cada uno. Tu partiste y repartiste
tu pan – cuerpo- y vino - tu sangre – signos de vida justo en la víspera de tu
muerte, ojala cada vez que comulguemos renovemos nuestra decisión de seguir
partiendo y repartiendo como tú, en la vida diaria nuestro pan, nuestro
esfuerzo diario y nuestra entrega, porque
ese es el sentido profundo de la Eucaristía hacerte presente en medio de
nosotros y experimentarte en nuestra vida. Ahí radica ser custodia tuya.
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