domingo, 28 de enero de 2024

SIN TI, NADA OH DIOS 

Me dejo guiar y llevar por Ti, para que sólo Tú, seas el soplo, que conduzca y empuje el navío de mis días.

¡Sal a mi encuentro, con tus brazos abiertos!

Y, apreciando tu presencia, nunca me falte tu aliento en mis pasos, tu Palabra en mis débiles obras, tu consejo en las noches de incertidumbres.

¡Necesito tanto tu autoridad, Señor!

Saber que me acompañas en mis luchas.

Creer que me arropas en mis proyectos.

Eres la fuente de mi inspiración, la semilla que, mis manos, dejan en el surco.

La llama viva con la cual intento prender el mundo.

El amor infinito que pone al descubierto el mío limitado, cerrado e interesado.

Eres, oh Dios, el dueño de la existencia, Aquel que en el silencio habla y en el amor tiene su último y mejor mensaje.

Aquel que, cuando se le llama, tarde o temprano responde.

Aquel que, cuando se le arroja fuera del mundo, sigue aguardando el retorno, con manos tendidas y abiertas.

Ayúdanos, Dios y Padre, que estás en el cielo a sacar de nosotros aquello que nos paraliza.

A dinamitar los muros que nos apartan de Ti.

A expulsar el maligno que, en lucha encarnizada, nos quiere para infierno y no para el cielo.

¡SIN TI NADA, OH DIOS! 

Y CONTIGO, LO PODEMOS HACER TODO. Amén

 

 

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