domingo, 26 de marzo de 2017

4º Domingo de Cuarema



SEÑOR, ABREME LOS OJOS
 MIRAME -  QUIERO VER .
Evangelio Juan 9,1-41
Se conoce tradicionalmente como “LA  CURACIÓN DEL CIEGO DE NACIMIENTO”, pues el evangelista nos describe el recorrido interior que va haciendo el hombre perdido en tinieblas hasta encontrarse con Jesús, “LUZ DEL MUNDO”
ENTRA EN TU INTERIOR
Hay un refrán que dice que “El amor es ciego”, pero el AMOR es capaz de ver con transparencia la realidad que nos rodea. Jesús es ese Amor que ilumina nuestra vida.
En esta etapa del camino cuaresmal, brilla una luz particular en la lectura de la Palabra que nos invita a encontrarnos con mayor profundidad con el Señor. El ciego del evangelio sigue un proceso, un recorrido de vida para pasar de vivir en tinieblas a encontrar la luz de la fe y creer.
Nosotros no nos creemos ciego, pues vemos, pero ¿Que vemos? ¿Como vemos? ¿A quién vemos?. ¿Tenemos los ojos abiertos para ver el mundo y a los que nos rodean como lo haces Tu?. La mayoría vemos con los ojos de la indiferencia, llevamos vendas en los ojos porque no nos gusta ver ciertas realidades. Nos encontramos cegados con falsas luces que brillan y que en realidad son falsos soles, que deslumbran con grandes boatos, pero son espejismos que nos alejan de la verdadera luz. Tu luz.
¿Quién es Jesús para mí? ¿El Señor como afirmó el ciego?
Señor ábrenos los ojos a lo que nos rodea con ojos de corazón.

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