ABIERTOS A LA ESCUCHA PARA COMUNICARTE
Le presentaron a Jesús un sordo que tampoco hablaba y le
pidieron que le impusiera las manos. Apartándole de la gente, mirando al cielo
dijo:”Effeta”, es decir “Ábrete”, al momento se le abrieron los oídos y pudo hablar
ENTRA EN TU INTERIOR
El grito “Effeta” es un grito dirigido a todos y a cada uno
en particular, es una invitación: “Ábrete”, una invitación a no estar
encerrados en nosotros mismos, en nuestros egocentrismos, una invitación a ser
sensible a las necesidades, a la escucha activa de la Palabra, a interiorizarla
y meditarla en nuestro corazón para comunicarla a los demás, a ser palabra
dirigida a los corazones a través de nuestras acciones. Escuchar es la clave para descubrir la
trayectoria de la vida, de nuestra vida. No hay peor ceguera que los ojos que
no quieren ver ni los oídos que no quieren escuchar, pero sin un corazón que
siente, los ojos ven imágenes que no interpretan, y oídos que solo escuchan
ruidos, a veces el miedo nos paraliza, y nos encerramos en nosotros mismos, nos
mostramos mudos, salen palabras de nuestros labios pero no dicen nada, solo
sonidos vacíos de contenidos ¿A qué me invita hoy Jesús, a que apertura me
invita para salir de sordera y enmudecimiento?. Sin duda la invitación va
directa a nuestro corazón. Allí habita toda causa de incomunicación,
aislamiento, soledad… tan creciente en nuestro mundo. ¿Somos conscientes que si
estamos abiertos a Dios, también estamos abiertos al hermano?. El evangelio de
esta semana concluye: Todo lo ha hecho bien… Ojalá se diga también de nosotros:
Lo ha hecho bien. Todo un elogio para las pequeñas cosas cuotidianas que
realizamos, con todo el cariño de nuestro corazón.
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