ESPERANZADOS
CONFIAMOS EN TU PALABRA
Y les dijo: Después de una gran angustia, el sol, la luna,
las estrellas se tambalearán y entonces veras llegar al Hijo del hombre con
todo su poder. Cuando veáis estos signos, sabed que el Señor está cerca. Cielo
y tierra pasarán más mis palabras no pasaran
ENTRA EN TU INTERIOR
Esta semana el Evangelio nos invita a reflexionar sobre el
sentido de la historia, de mi propia historia, sobre la esperanza cristiana y sobre
mi esperanza. ¿Mi historia y mi vida es coherente como creyente que práctica la
Palabra? “Cielo y tierra
pasarán pero mis palabras no pasarán”, Palabra que permanece, que no
pierde su fuerza salvadora. Acogerla es sembrarla en nuestro corazón. El Señor nos manda prestar atención, a mirar
el mundo y discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas, a partir de los
acontecimientos cotidianos y obrar con corazón, desde el corazón. El verdadero
protagonista de la historia es Dios, un Dios que está presente en la vida de su
pueblo, que nos acompaña de la mano amorosa y nos invita a andar nuestro camino,
no desde la angustia sino esperanzados. Jesús no nos habla del fin del mundo,
ese no es el interés de sus palabras, ni el lenguaje apocalíptico nos debe causar
desasosiego. Él nos está hablando de los últimos tiempos que darán paso a un
nuevo tiempo lleno de claridad, de
esperanza y nos invita a descifrar el sentido de la vida, porque el
Señor viene cada día a nuestras vidas.
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