domingo, 18 de noviembre de 2018


ESPERANZADOS 
CONFIAMOS EN TU PALABRA
Y les dijo: Después de una gran angustia, el sol, la luna, las estrellas se tambalearán y entonces veras llegar al Hijo del hombre con todo su poder. Cuando veáis estos signos, sabed que el Señor está cerca. Cielo y tierra pasarán más mis palabras no pasaran
ENTRA EN TU INTERIOR
Esta semana el Evangelio nos invita a reflexionar sobre el sentido de la historia, de mi propia historia, sobre la esperanza cristiana y sobre mi esperanza. ¿Mi historia y mi vida es coherente como creyente que práctica la Palabra? “Cielo y tierra pasarán pero mis palabras no pasarán”, Palabra que permanece, que no pierde su fuerza salvadora. Acogerla es sembrarla en nuestro corazón.  El Señor nos manda prestar atención, a mirar el mundo y discernir la voluntad de Dios en nuestras vidas, a partir de los acontecimientos cotidianos y obrar con corazón, desde el corazón. El verdadero protagonista de la historia es Dios, un Dios que está presente en la vida de su pueblo, que nos acompaña de la mano amorosa y nos invita a andar nuestro camino, no desde la angustia sino esperanzados. Jesús no nos habla del fin del mundo, ese no es el interés de sus palabras, ni el lenguaje apocalíptico nos debe causar desasosiego. Él nos está hablando de los últimos tiempos que darán paso a un nuevo tiempo lleno de claridad, de  esperanza y nos invita a descifrar el sentido de la vida, porque el Señor viene cada día a nuestras vidas.

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