SEÑOR, ENSÉÑANOS A ORAR
Estaba Jesús orando, y cuando terminó uno de sus discípulos
le dijo: “Señor, enséñanos a orar” y Él les dijo: “Cuando oréis decid: Padre,
santificado sea tu nombre, venga tu reino, danos cada día nuestro pan
cotidiano….”
ENTRA EN TU INTERIOR
El relato del evangelio de Lucas de este domingo recoge el
momento en que un discípulo de Jesús tras observar su recogimiento le solicita
que le enseñe a hablar con Dios y Jesús
enseña y nos enseña la oración que hoy en día cada uno de nosotros
seguimos rezando: El Padrenuestro. Para Jesús la oración es comunión con Dios,
encuentro con Él, es necesidad de comunicación con el Padre- ABBA-, también
para nosotros la oración debe de ser una necesidad y no una obligación. El
Padrenuestro es la oración que nos
acerca al Corazón del Padre, una oración-conversación del hijo al Padre, como
hijo pero también como hijos y hermanos, una oración personal (le reconozco
como mi Padre) a la vez que oración comunitaria – de familia, el padrenuestro
es también la oración que nos revela de qué modo debemos ser hijos. La primera parte de la oración es un
reconocimiento personal de hijo hacia el Padre: le reconocemos como Padre desde
nuestro corazón de hijo, “venga a nosotros tu reino”, Reino de Dios, de paz, de
Amor, “hágase su voluntad” con confianza se lo pedimos pero la suya no nuestra voluntad. La segunda parte de la
oración es de peticiones, y su tono es comunitaria, filial-fraternal (danos, perdónanos…),
se lo pedimos desde nuestro corazón y con humildad: el pan, el perdón, que nos
libre del mal y de la tentación, estas peticiones familia-comunidad adquieren
la importancia y la riqueza de no limitarnos a nuestros propios problemas o
necesidades sino que tengo presente las necesidades del otro, una oración que
me solidariza con las necesidades y problemas de mis hermanos a la vez que
pedimos su perdón en medida en que nosotros perdonamos. El evangelio de este
domingo prosigue con la enseñanza y sobre la actitud del orante mediante la
secuencia de verbos: pedid y se os dará; buscad y hallaréis; llamad y se os abrirá;
Jesús nos enseña a PEDIR con actitud humilde y comunitaria, pero también nos
invita a BUSCAR, es decir ponernos en
camino para conseguir aquello que está a nuestro alcance y LLAMAR al corazón
del Padre desde nuestro corazón, corazón sencillo de hijo
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