domingo, 29 de septiembre de 2019
EGOÍSMO: INJUSTICIA INDIRECTA
… Dijo Jesús a los fariseos: Había un hombre rico, que
banqueteaba cada día y un mendigo llamado Lázaro echado en su portal lleno de
llagas que se saciaba de lo que tiraban de la mesa del rico…
ENTRA EN TU INTERIOR
El primer personaje de esta parábola es un hombre rico, cuyo
nombre no se da a conocer, un personaje anónimo que se caracteriza por la
riqueza material que poseía, en el polo opuesto la historia de un hombre pobre y llagado, Lázaro era su
nombre (nombre derivado del hebreo el’azar que
significa “Dios ayuda”). La parábola nos puede resultar un poco dura, riqueza
frente a pobreza, ante la muerte y las consecuencias de cómo hemos andado el
camino en nuestras vidas, nos habla de oportunidades perdidas, del gran abismo
existente, de la injusticia indirecta…, Si meditamos la parábola nos
percataremos que en ningún momento el hombre rico ocasiona ningún daño al pobre
Lázaro, simplemente lo ignora y es condenado precisamente por ello, por la
indiferencia. En el evangelio de este domingo se describe la sociedad de
aquel entonces pero también la de hoy, ¿Cuántos “Lázaros” pasan por nuestro
lado y ni nos percatamos de ellos?. Aún estamos a tiempo, hoy aun nos es
posible el cambio de actitud, de ajustarnos los lentes y mirar a nuestro
alrededor, de ponernos en marcha. … “A los hambrientos los colma de bienes y a
los ricos los despide vacíos”(Magnificat de María). “Porque tuve hambre y no me
disteis de comer, tuve sed y no me disteis de beber..(Ev.de Mateo). El rayo de
esperanza está hoy y aquí con la ayuda de Nuestra Madre y Jesús que nos
acompaña a través de los Lázaros de nuestra vida.
domingo, 15 de septiembre de 2019
LA ALEGRÍA DE ENCUENTROS Y REENCUENTRO
Evangelio de las tres parábolas - llamadas «parábolas de la misericordia» -: La oveja perdida;
la moneda perdida; el Padre misericordioso y sus dos hijos (el hijo pródigo)
ENTRA EN TU INTERIOR
Se busca lo que se ama y así nos lo refleja el evangelio de este
domingo, sin duda el de la Buena Noticia de la alegría que se experimenta en
los encuentros y reencuentros. Nos presenta el tema de la misericordia, de acogida y de la esperanza para todos, nos ilumina el
corazón para manifestarnos que donde hay perdón, hay alegría, paz,
reconciliación y nos desvela a un Dios-
Padre-Amoroso y Misericordioso que nos
invita a celebrar estos momentos y a compartirlos con Él. En el relato de las
parábolas, Jesús nos recuerda la
confianza, el amor y el abrazo que nunca hemos perdido, por muy alejados del
Padre que estemos o nos sintamos en algunas ocasiones. Él es el acogedor que
con brazos abiertos nos busca, nos abraza, y celebra la fiesta y como Padre con
entrañas de misericordia no nos reprende, no existe reproche alguno en las parábolas.
Nosotros en cambio solemos decir, pensar, y
amonestar: - ya te lo advertí..., - “te
avise “ “ como vienes ahora y me pides…”,
tal vez el error está en empeñarnos en proyectar sobre Dios nuestra
propia manera de ser y sobretodo de perdonar. En nuestra sociedad el perdón no
goza de buena reputación, y es en ocasiones considerado como debilidad. Vivir
la compasión, la benevolencia,
generosidad y la humildad del perdón es vivir la gracia de imitarte con
entrañas de misericordia y nos permite divisar y celebrar lo bueno que está en
los corazones de los hermanos que nos rodean.
domingo, 8 de septiembre de 2019
CLAVES PARA SEGUIRTE
En aquel tiempo, mucha gente acompañaba a Jesús, él se
volvió y les dijo: si alguno viene a mí y no deja a su padre, madre, hermanos,
bienes e incluso a sí mismo y, no carga con su cruz, no puede ser discípulo
mío…
ENTRA EN TU INTERIOR
El relato del evangelio de este domingo nos sorprende e
incluso nos puede hacer pensar que las
claves para seguir a Jesús son imposibles de realizar. Nada más lejos de la realidad. Analicemos en detalle esas
condiciones de seguimiento. En primer lugar, para seguir a Jesús se necesita de
una decisión personal – no superficial – y ponerle en el centro de todo,
ponerlo en el centro de nuestra vida, en el centro de nuestro corazón. Según el
pasaje de Lucas, seguirle consiste en desprenderse para llenarse de Él. Jesús nos
dice “si uno quiere..”, es decir personal es el querer y también tiene que ser
personal nuestra respuesta a seguirle, con total disponibilidad. Seguirle no
consiste en renunciar, negativamente hablando, sino más bien en aceptar su oferta
de plenitud, pues no se trata de desistir, sino de elegir lo mejor. La clave
para seguirle consiste más en la felicidad de pertenecer, que en la de poseer. El mensaje de Jesús se resume en una sola
palabra: Amor, un amor incondicional
domingo, 1 de septiembre de 2019
LA GRATUIDAD
ANTE LA GRANDIOSIDAD
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos a comer…notando que los invitados escogían los primeros puestos les propuso esta parábola: Cuando te inviten no te sientes en el puesto principal…para que no te digan “Cédele el puesto a este”…Todo el que se enaltece será humillado… cuando des una comida no invites a amigos, vecinos ricos…porque te corresponderán invitándote…
ENTRA EN TU INTERIOR
Vivimos en un mundo marcado por el afán de ser, de situarse, de querer estar sobre los demás, de competitividad y donde quien no aspira a más y a situarse por encima de los demás no se le valora. Las palabras de Jesús en el evangelio de este domingo acaba con el protocolo social frente al protocolo del buen cristiano: renunciar a destacar en un primer puesto para darse importancia, invitar a los que no nos pueden corresponder invitándonos, sentar en nuestra mesa a los que necesitan que les sirvamos… es decir nos desordena la dinámica y los comportamientos que en la sociedad se dan como “ normales “ y nos invita a ser sencillamente modestos y con humildad “diferentes”, nos aconseja a no buscar honores y prestigio ante los demás mediante la vanidad. La vanagloria no es más que el fruto de dos componentes, un adjetivo “vanus”-vacío- y un sustantivo ”gloría”-fama, honor o esplendor - ; es decir un verbo que nos lleva al vacío del corazón. Jesús nos propone vivir en la gratuidad, -sin buscar compensaciones -, no apoyando nuestras acciones en el poder sino en el servir con humildad. La verdadera humildad no se pregona se lleva en anonimato, pues ser humilde no es más que reconocer todo lo bueno que tienen los que nos rodean, y así es por lo que a las personas humildes se les reconoce fácilmente, aprecian a los demás y se les aprecia.
ANTE LA GRANDIOSIDAD
Un sábado, entró Jesús en casa de uno de los principales fariseos a comer…notando que los invitados escogían los primeros puestos les propuso esta parábola: Cuando te inviten no te sientes en el puesto principal…para que no te digan “Cédele el puesto a este”…Todo el que se enaltece será humillado… cuando des una comida no invites a amigos, vecinos ricos…porque te corresponderán invitándote…
ENTRA EN TU INTERIOR
Vivimos en un mundo marcado por el afán de ser, de situarse, de querer estar sobre los demás, de competitividad y donde quien no aspira a más y a situarse por encima de los demás no se le valora. Las palabras de Jesús en el evangelio de este domingo acaba con el protocolo social frente al protocolo del buen cristiano: renunciar a destacar en un primer puesto para darse importancia, invitar a los que no nos pueden corresponder invitándonos, sentar en nuestra mesa a los que necesitan que les sirvamos… es decir nos desordena la dinámica y los comportamientos que en la sociedad se dan como “ normales “ y nos invita a ser sencillamente modestos y con humildad “diferentes”, nos aconseja a no buscar honores y prestigio ante los demás mediante la vanidad. La vanagloria no es más que el fruto de dos componentes, un adjetivo “vanus”-vacío- y un sustantivo ”gloría”-fama, honor o esplendor - ; es decir un verbo que nos lleva al vacío del corazón. Jesús nos propone vivir en la gratuidad, -sin buscar compensaciones -, no apoyando nuestras acciones en el poder sino en el servir con humildad. La verdadera humildad no se pregona se lleva en anonimato, pues ser humilde no es más que reconocer todo lo bueno que tienen los que nos rodean, y así es por lo que a las personas humildes se les reconoce fácilmente, aprecian a los demás y se les aprecia.
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