EL AMOR A DIOS MARCA NUESTRA ACCIÓN
Un fariseo le preguntó a
Jesús: ¿ Cúal es el mandamiento principal de la Ley? Y les contestó: Amarás a
Dios con todo tú corazón, con toda tú alma y con todo tú ser. El segundo es
semejante a él: Amarás al prójimo como a tí mismo...
ENTRA EN TU INTERIOR
El Letrado le pregunta a
Jesús por la letra de la ley y Jesús le descubre, el sentido de la ley. Amar a
Dios y amar al prójimo son dos caras de la misma moneda. El
que lo cumple, también cumple –o acaba cumpliendo– el
resto, pues todo brota del amor a Dios y del amor al prójimo como fuente de
nuestro actuar. Jesús no se deja aprisionar en los múltiples preceptos, prescripciones y
normas que asfixiaban la vida del creyente, La respuesta de Jesús va a la raiz .
¿Pongo rostro al amor que hay en mi y ofrézco
al Padre ?
Al revisar mi día a día y la actitud que
mantengo con los demás, con los necesitados y afligidos ¿ Veo en ellos el
rostro de Jesús?
¿ Amo al prójimo por obligación o por necesidad de
transmitir el amor que recibo del Padre ?.
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