PARTIR – REPARTIR-COMPARTIR
Jesús se marcho al otro
lado del lago de Galilea. Lo seguía mucha gente pues habían visto los signos
que hacía. No tenían dinero para comprar para darles de comer. Andrés dijo: Hay
un muchacho que tiene cinco panes y un par de peces. Jesús hizo sentar a la
gente, tomo los panes, dijo la acción de
gracias y los repartió. Se saciaron todos y llenaron doce canastas con los que
sobraron.
ENTRA EN TU INTERIOR
El Evangelio conocido
como “la multiplicación de los panes y peces”, es toda una catequesis. Jesús
nos enseña la dinámica del Reino – el arte de compartir-. El milagro no es
tanto la multiplicación del alimento, sino el gesto del muchacho que comparte y
el problema queda solucionado. El gesto de compartir marca profundamente la vida
de las comunidades cristianas como la clave de hacer realidad la fraternidad,
para reconocernos hijos de un mismo Padre. La enseñanza de compartir con gusto
y con alegría el alimento, transforma, multiplica y sobra.
¿Cómo respondo a la
interpelación de este Evangelio?
¿Mi actitud es más como
Felipe que quiere comprar y no puede o más bien el muchacho que ofrece lo poco
que tiene?
La colaboración y
solidaridad con las necesidades de
nuestros hermanos,( aunque sea humilde) hacen posible el milagro