ALIMENTADOS DE JESUS
Disputaban los judíos: ¿Cómo puede darnos a comer su carne?
Y Jesús les dijo: Si no coméis la carne del Hijo del Hombre y no bebéis su
sangre, no tenéis vida eterna. El que come mi carne y bebe mi sangre, está en
mí y yo en él.
ENTRA EN TU INTERIOR
El mensaje de Jesús sobre su entrega absoluta nos da a
conocer el rostro del Padre, vivo en Él y asegura su permanencia en nosotros
con el pan partido, compartido y repartido.
"¿Cómo puede éste darnos a comer su carne?". Jesús
no solo afirma sus palabras sino que, le da un contenido si cabe más profundo:"Mi carne es verdadera comida y mi sangre es
verdadera bebida".
Para tener vida, necesitamos alimentarnos de Jesús,
nutrirnos de su aliento vital y dejarnos
seducir por el Amor al Padre. Así viviremos una vida plena. "Habita en mí y yo en él".
¿La eucaristía es para mí el centro de mi vida cristiana? ¿Permanezco
pasivo en mi participación? ¿Me alimento para alimentar?
Señor haz que mi participación en la eucaristía me ayude a
comprometer mi vida al servicio de mis hermanos.
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