SEÑOR QUEREMOS VER .
NECESITAMOS TÚ LUZ
Al salir de Jericó el ciego Bartimeo, estaba sentado al
borde del camino y al saber que Jesús pasaba por allí comenzó a gritar: Ten
compasión de mí. Jesús le preguntó qué quería y el ciego le digo: Señor que
vea. Y Jesús le dijo: Tu fe te ha curado, y empezó a ver y le siguió.
ENTRA EN TU INTERIOR:
Necesitamos la fe para ver. El ciego pasó de la oscuridad a
la luz. La fe supone una nueva vida, una nueva visión, para poder caminar sin
tropiezos, a la vez que servir para ayudar a los demás en su caminar.
Si Jesús me preguntará lo mismo que le preguntó a Bartimeo
¿Cúal sería mi respuesta?
Bartimeo grito “Maestro, que pueda ver...? ¿Cuáles son hoy
nuestros gritos? ¿Nuestras peticiones van encaminadas a pedir su misericordia o
nos contentamos con solicitar una mejor calidad de vida?
¿Nos incomoda ver a nuestro alrededor?
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