EL SERVICIO DESDE EL AMOR, CONSTRUYE FRATERNIDAD
Los hijos de Zebedeo propusieron a Jesús que les sentará en
la gloría a su lado. Jesús les respondió: no sabéis lo que pedís. El que quiera
ser grande, sea vuestro servidor y el que quiera ser primero que sea esclavo.
Porque el Hijo del hombre, no ha venido para que le sirvan, sino a servir y a
dar la vida por todos.
ENTRA EN TU INTERIOR:
La sociedad del siglo XXI, está cada día más basada en
buscar influencias y agradecer favores. Aspiración de poder. Santiago y Pablo tenían un
amigo influyente, pero el pensamiento de Jesús es claro en este sentido,
completamente contrario al que sueñan o aspiran. El pedido de los apóstoles
revela nuestros deseos de ser aprobados y premiados. Jesús en cambio mide al
hombre no por su capacidad de conseguir que los demás le sirvan, sino la
disposición de servir a los demás, ahí está la verdadera grandeza: el servicio
y el cuidado de los demás.. Lo que verdaderamente nos salva es el amor que se
entrega, el servicio desinteresado. El amor no aspira a los primeros puestos
sino a vivir y compartir lo que Él vive y comparte.
¿Cómo me siento afectado por una sociedad en la que se
valora ante todo la imagen, el prestigio, el ser una persona con éxito, con
dinero, con poder...? ¿Cuál es mi valoración del servicio que realizo?
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