EL ENVÍO QUE TRANSFORMA:
CONFIADOS REMAMOS CONTIGO SEÑOR, MAR ADENTRO
Estando a orillas del lago Genesaret, subió Jesús a una
barca y enseñaba. Luego mandó a Simón a ir mar adentro y echar las redes. Simón
a pesar de no haber pescado nada, obedeció. Hicieron una gran redada de
peces... Jesús dijo a Simón: no temas, desde ahora serás pescador de hombres. Dejándolo
todo le siguieron.
ENTRA EN TU INTERIOR
Jesús se mueve por una lógica diferente: Le mueve el AMOR
hacia todos los hombres.
Hoy a la luz de la Palabra, podríamos hacer nuestro el
diálogo entre Jesús y Pedro. Pedro por su oficio era experto en pescar, pero
tiene plena confianza en la invitación que le hace Jesús para que reme mar
adentro y que eche las redes para pescar.. Ser discípulos de Jesús nos exige
confiar en su palabra. A igual que a
Pedro Jesús nos invita a que “rememos mar a dentro”, nos invita a una aventura
que nos lleva más allá de las playas conocidas en busca de un gran horizonte.
En el encuentro con el Señor, experimentamos su grandeza y nos sentimos
pescadores y renovados para remar mar adentro. Y es que ser discípulos de Jesús nos exige
confiar en su palabra, para así transformar nuestra vida y realizar la misión a
la que nos invita a cada uno de nosotros.
¿Tenemos voluntad para comprometernos cada día para con fe
cumplir la misión que Dios nos ha designado?
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