ACTITUD PERSEVERANTE
Jesús para explicar a sus discípulos como tenían que
orar siempre sin desanimarse...les contó: Un juez no temía ni a Dios ni a los
hombres, harto de oír a una viuda que le pedía justicia, se la dio...
ENTRA EN TU INTERIOR
Muchos se preguntan en demasiadas ocasiones: ¿para qué sirve
orar?, parece que Dios se mantiene mudo, desinteresado por nuestras suplicas.
¿Orar?, cuando tenemos tanto por hacer, parece perder el tiempo...es un error
reducir la eficacia de la oración según los frutos conseguidos, y sobre todo
los esperados
EN LA ORACIÓN DEBE PREVALECER LA CONFIANZA FRENTE A LA
EFICACIA. Como la viuda del evangelio ¿ soy perseverante, constante en mi
oración? En mis oraciones de petición ¿
Mi petición es dejando actuar a Dios o pido lo que quiero querer porque creo
saber?
ORAR SIEMPRE, con humanidad y de cualidad, y no solo cuando “ahora
toca” Sino porque siempre hay un motivo para acercarnos al Padre como soy y como me
siento y como una necesidad de comunicación filial, de reencuentro con su misericordia y su Amor. Desde la
confianza que El siempre está para cada uno de nosotros, a todas horas, en
todas circunstancias.
Puede ser que cada uno necesita decirle “hazme justicia”, o
necesitar depositar en Él nuestra oscuridad, nuestra pena... que me transforme,
que me “energice” . Hoy Jesús nos ofrece y nos regala en el relato la necesidad
de orar, sin desfallecer. Necesitamos orar para decirle que le queremos y que
nos sentimos queridos, para mirar la vida con su mirada... Necesitamos
llenarnos de Él y vaciarnos del yo, para así quedar vinculados a los demás.
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