BELLA VIRTUD ES LA GRATITUD
Camino de Jerusalén, salieron a su encuentro, diez leprosos
y Jesús les mandó presentarse a los sacerdotes. Mientras iban, quedaron
limpios. Uno de ellos, al darse cuenta, volvió dando gracias. ..Jesús le dijo:
levántate, vete, tu fe te ha salvado
ENTRA EN TU INTERIOR
Dice un refrán bien conocido: “Bien nacido es el agradecido”. El relato evangélico no termina con la
curación de los diez leprosos, sino que anota que uno de ellos, se volvió a
Jesús para darle gracias, porque le ha dado vida – la dignidad de vivir -. Ya
no es un estigmatizado en la sociedad. ¿Tengo en el entorno en que me muevo,
personas estigmatizadas, marginadas? ¿Cuál es mi actitud?.
Los personajes nos
presentan dos actitudes delante de la fe, que se contraponen. Nos dice que solo
uno de ellos hace el precioso gesto de dar gracias, desde el fondo del corazón
le brota el sentimiento profundo de alegría y gozo, nota la fuerza vivificadora
que Jesús ha derramado en su interior. No es lo mismo curar que salvar. El
médico cura las enfermedades físicas, pero sentirse salvado responde a otro
grado. Jesús lo rescata y lo libera, le dignifica, lo levanta...
Desde pequeños se nos enseña a dar las gracias, es la
conocida como la pedagogía de la gratitud, pero según vamos creciendo se nos va
entibiando. El escritor Tony de Mello decía que no se puede ser agradecido e
infeliz, son antagónicos. Muchas veces no necesitamos muchas cosas por las que
dar gracias sino, dar las gracias por tantas cosas... Siempre hay algo para estar agradecidos. Casi
siempre nuestra oración es de suplica, petición... pero ¿ cuántas de ellas son
de acción de gracias?.
Agradecer no cuesta mucho, pero vale mucho. El ser
agradecido y dar gracias son prácticas transformadoras. No es que las personas
felices sean agradecidas, son las personas agradecidas las que son felices.
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