domingo, 27 de agosto de 2017
¿QUIEN DICE LA GENTE QUE SOY YO?
¿ Y PARA TI?
Jesús preguntó a sus discípulos:¿Quien dice la gente que soy?.... Y vosotros...
ENTRA EN TU INTERIOR
La pregunta de Jesús: Y vosotros ¿Quien decís que soy yo?,
también va dirigida a nosotros, a la Iglesia de hoy, a mi comunidad, a mi...¿Quién
es para mí?, ¿Que es Jesús para mí?. Jesús el Maestro, nos examina a cada uno
de nosotros. ¿Quién es Jesús?, una pregunta para ayer, hoy y mañana, que muchos
se han preguntado, se preguntan y se preguntarán. Para responder tenemos que
sondear nuestro corazón, no vale lo que nos dicen los demás, o lo leído, tiene
que ser una respuesta experimentada desde el corazón y con el corazón, una
respuesta que brota de lo alto, una respuesta nacida y experimentada que
expresa nuestra fe. ¿Conocemos cada vez mejor a Jesús, o lo tenemos
esquematizado? ¿Lo vivimos en el centro de nuestra vida o es rutina? Nuestra
respuesta debe ser honesta, sin fórmulas predeterminadas, ni frases hechas. ¿Quién
es y como se hace presente en mí? La clave de la pregunta está en que su
respuesta es una respuesta viva. ¿Yo doy fe de quien es Jesús en mi vida, como
dejo que Él la cambie y la configure?.
Cada vez que nos hacemos la pregunta, descubrimos nuevos aspectos que vamos
experimentamos en nuestro caminar. La respuesta a la pregunta que nos hace Jesús se contesta con nuestra vida, nuestro
testimonio hacia los demás. Nuestra vida es la que da autenticidad a la
respuesta. Jesús se dirige a mí y me interpela de forma más insistente ¿tú de
veras sabes quién soy yo?. Nuestra experiencia de vida va contestando, etapa a
etapa. Una pregunta y una respuesta que vale la pena dedícale toda la vida.
domingo, 20 de agosto de 2017
LA FE ROMPE FRONTERAS
...Se le acercó una mujer cananea gritando: SEÑOR TEN
COMPASIÓN DE MI, mi hija tiene un demonio... El contestó que solo había sido
enviado a las ovejas de Israel. Pero la mujer insistía...Jesús le dijo que
grande es tu fe. Mateo 15,21-28
ENTRA EN TU INTERIOR
Jesús busca fe entre sus oyentes, sin importar la raza, solo
la predisposición de corazón. No pongamos nosotros barreras donde Dios no las
pone. La fe rompe fronteras, la mujer extranjera es una mujer que ha abierto su
corazón a la salvación por que ha creído; una fe sostenida, incluso cuando no
obtiene nada en un primer momento, una fe que pasa desde el grito de la lejanía
al encuentro personal, al dialogo, una fe que no deja indiferente a Jesús:” Que
grande es tu fe”, una fe donde la petición de la mujer se traslada a su hija,
con insistencia si, pero desde la humildad confiada . Solo la fe abre las
puertas de la salvación y nos acerca a Jesús. La fe no conoce fronteras,
ilumina en la oscuridad y hermana.
Jesús reconoce a la mujer como creyente aunque vive en una
religión pagana. ¿Como es nuestra capacidad de reconocer e incluso admirar los
valores de otras personas que no pertenecen a nuestro pueblo, a nuestra
religión...? Nuestro Padre está por encima de las barreras étnicas. ¿Como es mi
actitud ante el extranjero?
domingo, 13 de agosto de 2017
CONSOLIDA MI FE
Mandó Jesús a los discípulos que subieran a la barca y
fueran a la otra orilla .Él subió a la montaña a orar. La barca iba lejos,
sacudida por las olas, Jesús se les acercó andando sobre las aguas... Pedro le
pidió ir hacia Él y le entró miedo. Jesús le dijo: Hombre de poca fe ¿por qué
has dudado?
ENTRA EN TU INTERIOR
Empezamos la travesía por este magnífico texto del Evangelio
de Mateo con la invitación a tener confianza en Jesús. Pedro camina sobre el
agua acercándose a Él. Para acércanos a
Jesús, necesitamos arriesgarnos, “lanzarnos al agua”, vivir la aventura de
vivir el camino andando, nunca desde la actitud sedentaria, cómoda y, será así como descubriremos su
presencia en nuestra vida, aunque sea en un camino lleno de dificultades. La
verdadera fe, nos sostiene no por nuestra seguridad, sino por nuestra confianza
en Él. Pedro tiene plena confianza, solo zozobra cuando cambia el foco de
atención- de Jesús hacia el mismo -. Al igual que Pedro , en demasiadas
ocasiones zozobramos, nos hundimos en la tempestad cuando descubrimos que
nuestra confianza en Jesús es pequeña, que las dificultades que vivimos, las
dificultades cuotidianas: enfermedades, paro, crisis, etc.. nos ahogan; cuando
notamos “el agua al cuello” también vacilamos y nos hundimos, por la sencilla
razón de perder de vista nuestra fe, nuestro sentimiento más profundo. Desde lo
hondo gritamos: “ Sálvame Señor” . Y al igual que Pedro, podremos experimentar,
que Jesús extiende su mano y sentimos su contacto, su mano extendida con todo
cariño hacia nosotros para sostenernos. Él nunca nos deja solos, Él siempre se
hace presente en nuestra travesía, nunca deja sin respuesta nuestra súplica,
siempre nos dará su mano, su protección. Pero también nos recordará: ¡Que poca
fe! ¿Por qué has dudado?
domingo, 6 de agosto de 2017
Transfiguración
TRANSFIGURACIÓN: EL PODER DE RESPLANDECER
Jesús subió con Pedro, Santiago y Juan a un monte alto...Se
transfiguró delante de ellos: su rostro resplandecía...Y Pedro dijo al Señor:
quedémonos aquí...Una nube los cubrió y dijo: Este es mi Hijo, escuchadlo.
ENTRA EN TU INTERIOR
El episodio de la Transfiguración, tiene una relación
directa con el episodio del bautismo, en ambos descubrimos la experiencia
filial como forma permanente de relación con Dios” Este es mi Hijo ,
escuchadle. La voz que desciende del cielo muestra que nuestra relación filial
con Dios determina todo nuestro ser, experiencia que transfigura nuestra vida,
una vida que se vive en plenitud desde la conciencia de ser hijos de Dios. Los
discípulos, se espantaron al oír la voz del Padre, pero Jesús se acercó, los tocó y les animó a
levantarse y no temer. La actuación de Jesús resulta conmovedora: “se acercó”,
Jesús también se nos acerca para que sintamos su presencia. “los toca”, para
así infundirles fuerza y confianza y les invita a levantarse y no temer,
también hoy nos invita a ponernos de pie y seguirle. Jesús sigue vivo, pero
necesitamos sentir con fe su presencia y escuchar sus palabras.
Si miramos con el corazón veremos el esplendor espiritual,
pero basta una pequeña venda en nuestros ojos para escondernos esa luz. Cuando
brilla la luz nos sentimos en lo alto de la montaña, pero ante la más mínima
dificultad abandonamos el proyecto de vida. Nos invade la sombra. Toda realidad
esconde en su entraña el poder de resplandecer, para ello necesitamos de la
escucha expectante, de atención despierta que nos permita oir entre la
algarabía de nuestra vida, la Voz que nos dirige a cada uno y nos susurra “Tú
eres mi hijo amado”.
Es entonces que nos puede venir la tentación de
estacionarnos, de querer establecernos, de levantar nuestra tienda particular
arriba de la montaña de nuestra vida, de
no bajar ni complicarnos la vida, pero Dios nos quiere peregrinos. Dios nos
invita a escuchar a Jesús, Él será nuestra guía de peregrino. La
transfiguración, ese instante divino, nos ayudará a caminar. Tener ese
encuentro en la montaña con Jesús, es tener silencio para escucharle, es tener
tiempo para escalar con el a la cima. ¡ Ojalá el misterio de la Transfiguración
nos permita dejar que Dios lleve el ritmo de nuestra vida!.
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