TRANSFIGURACIÓN: EL PODER DE RESPLANDECER
Jesús subió con Pedro, Santiago y Juan a un monte alto...Se
transfiguró delante de ellos: su rostro resplandecía...Y Pedro dijo al Señor:
quedémonos aquí...Una nube los cubrió y dijo: Este es mi Hijo, escuchadlo.
ENTRA EN TU INTERIOR
El episodio de la Transfiguración, tiene una relación
directa con el episodio del bautismo, en ambos descubrimos la experiencia
filial como forma permanente de relación con Dios” Este es mi Hijo ,
escuchadle. La voz que desciende del cielo muestra que nuestra relación filial
con Dios determina todo nuestro ser, experiencia que transfigura nuestra vida,
una vida que se vive en plenitud desde la conciencia de ser hijos de Dios. Los
discípulos, se espantaron al oír la voz del Padre, pero Jesús se acercó, los tocó y les animó a
levantarse y no temer. La actuación de Jesús resulta conmovedora: “se acercó”,
Jesús también se nos acerca para que sintamos su presencia. “los toca”, para
así infundirles fuerza y confianza y les invita a levantarse y no temer,
también hoy nos invita a ponernos de pie y seguirle. Jesús sigue vivo, pero
necesitamos sentir con fe su presencia y escuchar sus palabras.
Si miramos con el corazón veremos el esplendor espiritual,
pero basta una pequeña venda en nuestros ojos para escondernos esa luz. Cuando
brilla la luz nos sentimos en lo alto de la montaña, pero ante la más mínima
dificultad abandonamos el proyecto de vida. Nos invade la sombra. Toda realidad
esconde en su entraña el poder de resplandecer, para ello necesitamos de la
escucha expectante, de atención despierta que nos permita oir entre la
algarabía de nuestra vida, la Voz que nos dirige a cada uno y nos susurra “Tú
eres mi hijo amado”.
Es entonces que nos puede venir la tentación de
estacionarnos, de querer establecernos, de levantar nuestra tienda particular
arriba de la montaña de nuestra vida, de
no bajar ni complicarnos la vida, pero Dios nos quiere peregrinos. Dios nos
invita a escuchar a Jesús, Él será nuestra guía de peregrino. La
transfiguración, ese instante divino, nos ayudará a caminar. Tener ese
encuentro en la montaña con Jesús, es tener silencio para escucharle, es tener
tiempo para escalar con el a la cima. ¡ Ojalá el misterio de la Transfiguración
nos permita dejar que Dios lleve el ritmo de nuestra vida!.
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