domingo, 4 de marzo de 2018


HAZ DE NUESTRO CORAZÓN TÚ TEMPLO- Jn 2,13-25
…Se acercaba la Pascua y Jesús subió al templo de  Jerusalén,  al entrar lo vio lleno de vendedores y cambistas…”Quitad esto de aquí, no convirtáis en mercado la casa de mi Padre”…“Destruid este templo y en tres días lo levantaré”…Él hablaba del templo de su cuerpo…
ENTRA EN TU INTERIOR
El evangelio de hoy  nos presenta un Jesús alterado, indignado y a la vez apasionado por la casa del Padre. Él busca la sintonía con el Padre, sin “mercadeo” donde cada uno busca su negocio, pero … ¿Y si se presentará Jesús ahora entre nosotros, que descubriría? Tal vez nos encontraría llenos de superficialidades, de pocas implicaciones. En cambio Jesús nos presenta el templo como la casa acogedora y cálida del Padre, donde sus puertas están abiertas a todos, donde nadie se sienta excluido o discriminado, donde la comunidad es familia en tono a Dios-Padre, donde nos sintamos sus hijos.
En este camino de cuaresma, nos encontramos con Jesús que nos profetiza su resurrección al tercer día, al ser Él el Templo de Dios. Es en él donde Dios habita, no en edificios de piedra dura, sino en corazones. Él instaura el lugar de relación verdadera, el lugar del verdadero culto, de vivencia de la espiritualidad, el interior de cada uno de nosotros, templos vivos. Haz de nuestros corazones verdaderos templos.

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