LA VÍA PARA LA VIDA: SIÉMBRATE
Muchos querían ver a Jesús. Y les dijo: si el grano de trigo
no cae en tierra y muere es infecundo; pero si muere, da mucho fruto. Y vino
una voz del cielo: Lo he glorificado y volveré a glorificarlo.
ENTRA EN TU INTERIOR
Cuesta comprender siempre el dolor y el sufrimiento, pero
Jesús en el relato de esta semana nos dice que no estamos solos ante el dolor
que participa y se lo apropia, asumiendo la muerte en su vida para que germine
y de fruto de Vida. La pedagogía del grano
de trigo muerto en el Calvario que
germina y es el fruto de salvación para
la humanidad; La Cruz es la vía del crecimiento y ahí florecerá la espiga que
se convierte en alimento.
Morir a sí mismo es la verdadera manera de vivir, entregar
la vida es la forma de retenerla, darla para recibirla con plenitud…, parecen
realidades contradictorias, dimensiones contrapuestas, pero no lo son en
realidad. Son la lección del Evangelio – de la Buena Noticia – del Mensaje que
Jesús nos trae: El amor que se da a sí mismo, es el amor que genera vida.
Todos podemos convertirnos en granos de trigo y dar frutos
de amor como Jesús, y al igual que muchos querían verle, nosotros también queremos
ver a Jesús y buscarlo cuando a veces “no vemos”.
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