NUEVA OPORTUNIDAD :
LA MISERICORDIA DEVUELVE LA DIGNIDAD
HUMANA
Los escribas y fariseos le traen una mujer sorprendida en
adulterio y le dicen que según la ley de Moisés hay que apedrearla. Le piden su
opinión. Jesús les responde: El que esté libre de pecado, que eche la primera
piedra. Se marcharon todos… Jesús le dijo: Tampoco yo te condeno. Anda y en
adelante no peques más
ENTRA EN TU INTERIOR
El relato del Evangelio de Juan no deja indiferente, es más
sorprende y nos sorprende. Estamos en el siglo XXI y seguimos condenando y
señalando con el "dedo“ los errores ajenos, nos seguimos erigiendo en
jueces que sentenciamos e impartimos justicia por doquier sin ver
imperfecciones en nosotros. Nadie quiere echarse la culpa pero todos somos
responsables, juzgamos desde el poder de la idolatría, actitud que nos lleva a
juzgar como escribas y fariseos, aunque conozcamos la reacción y la enseñanza
de Jesús, no vacilamos en apedrear con la piedra de la palabra, la piedra de la
indiferencia, con la piedra de la hipocresía… En el relato se nos presenta una
imagen de gran impacto, se retiran todos y quedan solo Jesús y la mujer y le
pregunta ¿Dónde están?¿nadie te ha condenado? “Yo tampoco te condeno. Ve y en
adelante no peques más”. No ignora que la mujer ha obrado mal, pero le invita a
reconducir su vida, le da una nueva
oportunidad y con su misericordia le devuelve la dignidad humana a la mujer.
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