-ORACIÓN- HILO CONDUCTOR DEL AMOR
Jesús decía a sus discípulos una parábola (La viuda y el
juez injusto) para enseñarles que es necesario orar, sin desfallecer… Cuando
venga el Hijo del hombre ¿Encontrará esta fe en la tierra?
ENTRA EN TU INTERIOR
La oración desde el amor, con confianza, sin desfallecer,
con perseverancia y compromiso, esa es la enseñanza de Jesús en el Evangelio de
Lucas de este domingo. La oración es el hilo que nos conecta desde el amor de
nuestro corazón, con el Amor del Padre. En toda comunicación existe dos
elementos fundamentales: el dialogo y la escucha, sin embargo en ocasiones se
transforma en monólogo donde esperamos las respuestas adecuadas a nuestras
intenciones y con prontitud, la inmediatez es una lacra que se ha establecido
en nuestra sociedad y desconocemos la perseverancia. Orar es más que palabras,
es sentimiento, cercanía, confianza…la oración transforma nuestra vida. Por la
oración sabemos que Dios está con nosotros y, esto nos debe bastar para seguir
insistiendo sin desfallecer, con constancia y tenacidad. Al orar conectamos
nuestro interior- nuestro corazón- con Dios y la respuesta siempre supera
nuestras expectativas, incluso cuando no responde de acuerdo a nuestros deseos,
porque a través de nuestros momentos de oración aprendemos a amar y el amor es
la verdadera oración. Oración y fe van estrechamente unidas, pues la oración
sostiene y alimenta la fe, personal y de fraternidad comunitaria. “Cuando venga
el Hijo del hombre ¿Encontrará esta fe en la tierra? “. Jesús nos interpela a
todos los creyentes de todos los tiempos. Entremos pues, en nuestro interior y
observemos nuestra fe, y la calidad de
nuestra fe.
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