domingo, 17 de agosto de 2014

EVANGELIO 17 DE AGOSTO



 Mt.15,21-28
JESÚS ES PARA TODOS Y CADA UNO
Una mujer cananea salió al paso de Jesús gritando que le salvara a su hija... Y ella repuso: Tienes razón, pero también los perros comen las migajas que caen al suelo. Y Jesús dijo: “Que grande es tu fe”. Y su hija sanó en ese momento.
El maravilloso don de la salvación es universal, no depende de razas, fronteras ni personalismos, nadie se la puede apropiar. Es Dios en su infinita sabiduría y misericordia quien la ofrece a manos llenas. La respuesta sí que está en nosotros.

                                                               GRUPO LITÚRGICO

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