San Juan 1,35-42
¿BUSCAR A JESÚS O DEJARSE BUSCAR POR EL?
Estaba Juan con dos
discípulos y al pasar Jesús les dice: Este es el Cordero de Dios. Y lo
siguieron. Al verlos Jesús les pregunta:”¿Que buscáis? Ellos le contestaron:¿Dónde
vives? Y Jesús les dice VENID Y LO VERÉIS.
ENTRA EN TU INTERIOR:
El testimonio de Juan,
sus palabras, despiertan la curiosidad, el deseo de conocer a Jesús, y ahí comienza
la alegría del descubrimiento. Los discípulos realizan un maravilloso camino
espiritual, evidenciado por los verbos” oyeron, siguieron, vieron, se quedaron”.
¿Estoy deseoso yo también por comenzar esta bella aventura con Jesús?
¿Tengo los oídos abiertos
no solo para oír, sino para escuchar con
profundidad y así poder dar la misma respuesta positiva al Amor del Padre que desea llegar a mí? ¿Tengo los ojos del corazón totalmente abiertos como para comenzar a
ver lo que realmente sucede dentro de mí y a mi alrededor, y para reconocer en
cada acontecimiento la presencia del Señor? ¿Me he planteado que, de una manera
u otra, mi vida tiene por delante un llamado, una vocación, un destino, una
tarea, una misión?
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