sábado, 17 de enero de 2015

2º DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO



San Juan 1,35-42
 ¿BUSCAR A JESÚS O DEJARSE BUSCAR POR EL?
Estaba Juan con dos discípulos y al pasar Jesús les dice: Este es el Cordero de Dios. Y lo siguieron. Al verlos Jesús les pregunta:”¿Que buscáis? Ellos le contestaron:¿Dónde vives? Y Jesús les dice VENID Y LO VERÉIS.

ENTRA EN TU INTERIOR:

El testimonio de Juan, sus palabras, despiertan la curiosidad, el deseo de conocer a Jesús, y ahí comienza la alegría del descubrimiento. Los discípulos realizan un maravilloso camino espiritual, evidenciado por los verbos” oyeron, siguieron, vieron, se quedaron”. ¿Estoy deseoso yo también por comenzar esta bella aventura con Jesús?

¿Tengo los oídos abiertos  no solo para oír, sino para escuchar con profundidad y así poder dar la misma respuesta positiva al  Amor del Padre que desea llegar a mí? ¿Tengo los ojos del corazón totalmente abiertos como para comenzar a ver lo que realmente sucede dentro de mí y a mi alrededor, y para reconocer en cada acontecimiento la presencia del Señor? ¿Me he planteado que, de una manera u otra, mi vida tiene por delante un llamado, una vocación, un destino, una tarea, una misión?

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