EL BAUTISMO DEL SEÑOR- EPIFANIA TRINITARIA
Y dijo Juan: Yo os bautizo con agua, pero viene el que puede
más que yo, Él os bautizará con Espíritu Santo y fuego. Jesús también se
bautizó. Y, mientras oraba, se abrió el cielo, bajó el Espíritu Santo sobre él en forma de paloma
y se oyó una voz del cielo: Tú eres mi hijo el amado, el predilecto.
ENTRA EN TU INTERIOR:
Juan proclama públicamente las limitaciones de su bautismo,
no ofrece la fuerza del Espíritu Santo. En el relato se destaca la manifestación
(epifanía) pública de Jesús, la venida del Espíritu sobre Jesús y la
declaración venida del cielo “Este es mi Hijo amado, el predilecto”.
Jesús deja la vida silenciosa de Nazaret y da comienzo a su
misión mesiánica al ser bautizado. Nosotros con el bautismo iniciamos un nuevo
camino. El bautismo, en consecuencia, provoca y muestra la actitud de toda
persona abierta a la divinidad, a la voluntad de Dios. El bautismo nos exige
crecer en la fe, ser evangelizados por la Palabra y nos hace Hijos de Dios.
¿Soy consciente de mi filiación de Dios? ¿Qué significa para
mí mi bautismo? ¿Actúo como bautizado? ¿En qué se nota en mí actuar diario, con
mis hermanos?
No hay comentarios:
Publicar un comentario