HACED LO QUE EL OS DIGA , Juan 2,1-11
Había una boda y la madre de Jesús, Jesús y sus discípulos
estaban allí. Faltó vino y María se lo dijo a Jesús. Él contestó “aún no era su
hora”, pero María ordenó a los sirvientes que hiciesen lo que Jesús les
mandase. Llenaron seis tinajas de agua y al probarla comprobaron que era vino
de excelente calidad.
ENTRA EN TU INTERIOR
Se anuncia un tiempo nuevo. Jesús participa en los gozos y
en las tristezas de los hombres de su tiempo, y continúa participando hoy. La
vida a veces nos parece como vino aguado por la rutina y por la falta de
ilusión. La presencia de Jesús trasforma nuestra vida.
El evangelio de Juan presenta la vida de Jesús como una
progresiva sucesión de “señales” “signos” que él va entregando. Su vida es
donación de sí mismo como “señal”. ¿Intento que mi vida sea así”. ¿Soy señal
para los demás?.
Tal vez no sabemos estar como María pendiente de las
realidades, de las necesidades. Tal vez no tenemos proyectos que nos ilusionen
o nos falta la pasión por la cual brindar.
Nuestra sociedad cada vez nos invita más a encerrarnos en nosotros
mismos.
María ha visto la necesidad desde los ojos de Madre que
vela, ve y prevé “No tienen vino.
A ejemplo de Nuestra Buena Madre, desde la fe y la confianza
entregada: Hagamos lo que Él nos diga.
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