EL FUEGO DEL EVANGELIO
ARDE EN NUESTRO CORAZÓN
“He venido a prender fuego en el mundo, ¡Ojalá estuviera ya
ardiendo!...
ENTRA EN TU INTERIOR
El fuego en la Biblia, es un signo de Dios. Es éste el fuego
que viene a propagar Jesús. No es fuego destructor, sino fuego purificador que
nace del amor que Él nos tiene y que nosotros debemos alimentar para mantenerlo
encendido en nuestro interior. Jesús habla del fuego de su amor, del fuego de
su ejemplo, que espera sea contagioso y arda en sus discípulos. En nosotros
Un corazón purificado ama y propaga el amor. El fuego viene
a destruir la mentira, la violencia y la injusticia que reina en nuestro
entorno, es un Espíritu capaz de transformar el mundo de manera radical. ¿Dónde
es posible sentir hoy ese fuego de Jesús? ¿Arde nuestros corazones cuando
obramos según el Evangelio?. Aunque la fe parece extinguirse en nuestra
sociedad, el fuego traído por Jesús al mundo hace ya dos milenios sigue
ardiendo bajo las cenizas, y nosotros no podemos dejar que se apague, debemos
alimentarlo y darle oxigeno. Sin fuego en el corazón no es posible seguir a
Jesús. Si nos dejamos purificar por su fuego
¡COMO CAMBIARIAMOS!
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