LO QUE DE VERDAD TIENE VALOR Lc.16,1-13
...Ningún siervo puede servir a dos amos, porque, o bien
aborrecerá a uno y amará al otro, o bien, se dedicará al primero y no hará caso
del segundo. No podeis servir a Dios y al dinero.
ENTRA EN TU INTERIOR
Jesús, nos dice: Nadie puede servir a dos amos. Cada uno de
nosotros para poder ser CRISTIANOS ( en mayúsculas), necesitamos ser uno en el
pensar, en nuestros principios y nuestro obrar. Quien tiene dividido el corazón
y el pensamiento no puede progresar ni vivir consecuentemente, ni ser feliz...Nuestros
anhelos más hondos, los del corazón deben ir canalizados hacia nuestra forma de
actuar en todos los aspectos, también en lo concerniente a nuestra economía y
la de las personas que nos rodean. “No podemos ser servidores de Dios y de las
riquezas”, resultan incompatibles. Si en nuestra vida cuenta más nuestra
riqueza, nuestro propio bienestar, - egolátricamente- , esa actitud nos lleva a
una vida estéril y una falsa felicidad. La gran pregunta que nos plantea el
evangelio de hoy seria: ¿Que orientación toma mi vida? ¿Qué valor valoro más,
soy coherente? ¿Qué hago con mis bienes, mi tiempo, mis cualidades? ¿Me sirven
realmente para estar cada día más cerca de Dios? Algunos piensan de manera casi
espontánea que su éxito económico y su prosperidad es el mejor signo de que
Dios aprueba su actuar.
A la luz del Evangelio, tal vez deberíamos buscar un
silencio interior, sentarnos y escuchar la voz de nuestro corazón. Preguntar a
Jesús que nos opine de nuestra coherencia y escuchar con esperanza y no con
incertidumbre su respuesta.
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