LA FUERZA DE LA PROMESA – Juan14, 15-21
Dijo Jesús a sus discípulos: Sí me amáis guardareis mis
mandamientos. Yo le pediré al Padre que os dé otro defensor que esté siempre
con vosotros, el Espíritu de la Verdad...
ENTRA EN TU INTERIOR
El evangelio nos habla de Presencia. Jesús es consciente de la pérdida inminente de su
presencia física, pero no debemos sentirnos solos, no nos deja “huérfanos”. Sentir esa presencia
es la fuerza interior, el impulso... el Espíritu Santo nos trae la fuerza del
amor con la misma fuerza de Amor. Necesitamos
guardar en nuestro corazón las enseñanzas de Jesús, abrir nuestro
interior y dejarnos capitanear por el Espíritu de la Verdad, él guiará nuestras
decisiones, nuestros actos, nuestro camino... El será nuestro aliado, el
incansable, el defensor, la fuerza ante
la oscuridad, ante el desfallecimiento, solo debemos dejarnos llevar por Él. El
Resucitado vuelve al Padre y sin embargo no nos deja solos, no nos deja
desamparados. No podemos tener miedo, el Espíritu amoroso nos conduce, El
Padre, Hijo y el Espíritu nos “cercan” con su Amor. La fe es sobretodo comunión
del amor, con el que es Amor, el Espíritu está con nosotros, dentro de
nosotros; al que hemos de acoger con
corazón sencillo y confiado.
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