SEÑOR, QUE TÚ AMOR GERMINE EN MI
"Un día,
salió Jesús de casa y se sentó junto al lago. Y acudió a él tanta gente que
tuvo que subirse a una barca... Les habló en parábolas: - Salió el
sembrador a sembrar... “El que tenga oídos que oiga."
ENTRA EN TU INTERIOR
Esta semana se nos invita a reflexionar, a escuchar con
atención el relato “El que tenga oídos para oír, que oiga”. Pero en que deberíamos
de reflexionar.. ¿En el sembrador, la semilla, los diferentes terrenos?. Casi
siempre nos fijamos más en el terreno: pedregoso, tierra buena y nos pasa
desapercibido el sembrador que sale a sembrar abundantemente, siembra semilla
de excelente calidad, con confianza en que dé frutos, nunca se desalienta, es
generoso en la siembra, no ahorra esfuerzo ni escatima semilla. La siembra por
doquier, en terrenos que no cabría esperar resultados, pero él confía en cada
pedazo de la parcela, en nuestros corazones. Aunque su semilla es excelente, el
terreno responde de manera desigual. Ojala preparemos nuestro interior, nuestro
corazón y así acoger su Palabra. Ojala la podamos acoger, hacerla crecer, como
Nuestra Buena Madre, la tierra fértil que la acogió e hizo crecer Su Palabra.
Ojala sigamos el ejemplo de la Virgen María, para ello solo necesitamos prestar
oído, para escuchar Tu Voz, suave y susurrante.
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