domingo, 29 de julio de 2018
Jesús
pasó a la otra orilla del lago de Galilea, cerca de Tiberíades. Le seguía un
enorme gentío… Jesús subió al monte y se sentó allí con sus discípulos…levantó
los ojos y, al ver el numeroso gentío que acudía a él, dijo a Felipe: "¿Dónde
iremos a comprar pan para que coma esa gente?" …Simón Pedro, dijo:
"Aquí hay un muchacho que tiene cinco panes de cebada y dos pescados.
Pero, ¿qué es esto para tanta gente?". Jesús les dijo: "Hagan que se
siente la gente"…Entonces Jesús tomó los panes, dio las gracias y los
repartió entre los que estaban sentados. Lo mismo hizo con los pescados, y
todos recibieron cuanto quisieron…
ENTRA EN
TU INTERIOR
El
evangelio de esta semana “ el signo de la multiplicación de los panes y los
peces”, como popularmente se le conoce está lleno de simbolismos. En el relato
destacaríamos en primer lugar al muchacho que destaca entre toda la multitud
reunida. Un muchacho “anónimo”, sin rostro, sin nombre que pone al servicio de
los demás su humilde comida, que aunque puede parecer muy poco lo que ofrece es
todo lo que posee, y así con su disponibilidad al compartir hace posible lo que
a primera vista puede parecer imposible. Jesús nos llama a la contribuir, a
compartir, a ser colaboradores, cooperantes suyos, Dios hará el resto.
Cuando
pensamos en colaboración, en generosidad, en compartir en la mayoría de los
casos nos sentimos “limitados” a aspectos económicos. Pero Dios nos sugiere
más. Estar atentos a las necesidades de quienes nos rodean. Ser generoso de
momentos, alimentar corazones solitarios compartiendo nuestro tiempo, generosos
de afectos, de ternura, ese tiempo compartido alimenta y oxigena, devuelve
alientos, alimentamos vidas a través no solo de pan sino de entrega humana,
disponibilidad al necesitado con nuestras “riquezas personales”, ¿Quién es el
qué es tan pobre que no tiene tiempo para compartir?
domingo, 22 de julio de 2018
TÚ ERES NUESTRO GUÍA – PASTOR – Y MAESTRO
Los apóstoles volvieron a reunirse con Jesús y le contaron
todo lo que habían hecho y enseñado. Él les dijo: Venid a solas a un lugar
desierto a descansar un poco”…Mucho le reconocieron… Jesús vió una multitud y
se compadeció por que andaban como ovejas sin pastor y se puso a enseñarles.
ENTRA EN TU INTERIOR
La semana pasada leíamos que Jesús enviaba - nos enviaba - a dar a
conocer la Buena Noticia, esta semana vuelven los apóstoles una vez terminada
la misión que les fue encomendada y como suele ocurrirnos a nosotros también,
queremos compartir lo que nos ha acontecido, es decir COM-PARTIR, hacer
partícipe de nuestra experiencia, de nuestras vivencias, tanto si han resultado
positivas, o bien necesitamos un poco de luz. Que mejor que compartir con Jesús
las esperanzas que llevamos en nuestro corazón, o bien pedirle coraje para
afrontar momentos de debilidad o falta de vitalidad para llevar a cabo la
misión que cada uno de nosotros tenemos.
Jesús y los apóstoles se dirigen a un lugar tranquilo, retirado
para poder escucharles. Y es ahí en la quietud, en el silencio del desierto
donde podemos compartir con Jesús nuestras inquietudes, nuestro día a día. Pero
también Jesús nos invita al descanso de nuestros esfuerzos, para así poder
recuperar la armonía. El propósito de Jesús se ve interrumpido por la gran
multitud que le siguió, pero encontramos a un Jesús que los intuye desorientados, y es ahí donde los
mira y se conmueve y les instruye. El evangelio también nos enseña a nosotros que
algunas veces nuestros planes se ven frustrados, pero ¿Cómo es nuestra reacción,
cómo nos enseña Jesús? ¿Sé captar el sufrimiento, la soledad…de la gente que se
cruza en mi camino? ¿Despiertan en mi compasión, o procuro ignorar porque me
pueden trastocar mis planes? Gran ejemplo para nuestro caminar. Ahora en
verano, en periodo vacacional, es el tiempo perfecto para retirarnos del
bullicio, para hacer una buena revisión del año, y de compartir con Jesús
nuestro Maestro, nuestro guía, nuestro Pastor y así aprovechar para ordenar acontecimientos, para
pedir perdón por encontrarnos a veces como ovejas sin pastor, para pedirle su
compasión y su misericordia.
domingo, 15 de julio de 2018
GUIA PRÁCTICA AL APASIONANTE VIAJE
DE ANUNCIAR EL EVANGELIO
Llamó Jesús a los Doce y los fue enviando de dos en dos,
dándoles autoridad… Les encargó que llevaran para el camino un bastón,
sandalias y nada más, ni pan ni alforja, ni dinero…
ENTRA EN TU INTERIOR
Jesús predicaba el Reino, los discípulos lo seguían y
aprendían, eran aprendices del Maestro. Pero Jesús los llama, nos llama y nos envía a ser portadores del
mensaje de Amor, a ser mensajeros de la Buena Noticia. Para cumplir la misión
no nos pide que hagamos cosas extraordinarias, más bien al contrario, ser
personas sencillas pero llenas de la vitalidad del Espíritu para que por donde
andemos dejemos el aroma de su Amor hacia la humanidad. Jesús ayer como hoy
toma la iniciativa “les llamó y les envió”, nos llama y nos envía. En el envío
nos da la guía – la clave- para el apasionante viaje de transmitir- una guía
especial-. en ella hace hincapié en los elementos no necesarios y
nos señala lo sustancial, lo importante, lo esencial para cumplir con nuestra
misión : llevar bastón y sandalias, que nos ayudarán a andar el camino,
apoyarnos en el hermano, recomendaciones de estilo de vida tanto si nos aceptan
o nos rechazan nos alienta a no desanimarnos y así transmitir desde nuestro
interior hacia el exterior, lo vivido y experimentado para que vivan y
experimenten todos aquellos que
encontramos cada día en nuestro camino. Ojala con tu ayuda podamos caminar por
la vida anunciando a todos la Buena Noticia de tu Amor con humildad y
sencillez.
domingo, 8 de julio de 2018
CONOCER A JESUS Y RECONOCERLE POR LO QUE ES
Jesús empezó a enseñar en la sinagoga de su pueblo, y muchos
de ellos dudaban de su sabiduría…¿De dónde saca todo eso? ¿No es este el
carpintero, el hijo de María..?...
ENTRA EN TU INTERIOR
En el relato de esta semana Marcos nos habla de la humanidad
de Jesús, nos confirma que su humanidad no tiene privilegios y de ahí surge la
dificultad de los habitantes de Nazaret
en descubrir a Dios a quien se les muestra como humano sin prerrogativas El
evangelio de esta semana nos presenta a Jesús etiquetado, humillado por los que
miran sin ver y oyen sin escuchar. Cuantas veces nosotros caemos en el mismo
error de etiquetar o basar nuestro criterio solo por la apariencias- vemos solo
el papel en que está envuelto el verdadero “regalo”-, nos quedamos en lo
superfluo… Es siempre más fácil esperar cosas extraordinarias y espectaculares
mirando aspectos exteriores, “milagros” que nos prometen anuncios televisivos,
que aceptar signos cotidianos de solidaridad y fraternidad de nuestros vecinos.
Nos resulta sencillo “poner etiquetas”, pero a la vez nos cuesta quitarlas.
No es lo mismo conocer a Jesús que experimentar a Jesús,
saber de Dios que tener la experiencia de Dios, no es lo mismo lo que creemos
que conocemos que conocer desde la experiencia y no de la apariencia. ¿Me
esfuerzo en conocer a Jesús en profundidad o llevo una idea preconcebida de lo
oído? En su ciudad creen conocerle, se han hecho una idea de él desde niño, no
le acogen tal cual se presenta ante ellos pues están bloqueados por la imagen
que tienen de él. ¿Qué imagen tengo de Jesús? ¿ He actualizado la imagen o
tengo aun la imagen desde mi niñez, desde que estuve en catequesis de
comunión?. Cada día se nos presenta una nueva oportunidad de conocerle mejor,
de creer, y de crecer en la fe
Interioricemos ¿cómo reacciona Jesús? Él no se desanima, el
evangelio acaba diciendo: Y recorría los pueblos de alrededor enseñando” Un
buen ejemplo para cada uno de nosotros, un ejemplo a seguir cuando nos sentimos
derrotados, cuando hemos experimentado el fracaso aunque nos hemos esforzado
para transformar y nos hemos sentido rechazados. Si tomamos conciencia de
nuestra naturaleza como hijos de Dios y con la fuerza de Dios las adversidades
no harán mella para no seguir el camino y la misión que Dios nos ha
encomendado.
domingo, 1 de julio de 2018
¿Y VOSOTROS QUIEN DECIS QUE SOY YO? TU ERES …
Jesús preguntó a sus discípulos ¿Quién dice la gente que es
el Hijo del hombre?... Y les preguntó ¿Y vosotros quien decís que soy yo? Simón
Pedro tomó la palabra y le dijo: ”Tu eres el Mesías, el Hijo de Dios vivo”…
ENTRA EN TU INTERIOR
En el Evangelio aparece una primera pregunta formulada por
Jesús, que podríamos considerarla genérica ¿Qué dice la gente…?, pero Jesús nos
interpela más directamente a nuestro corazón en la segunda pregunta ¿Y tú?. Contestar a la primera pregunta es dar una
respuesta no experimentada en nosotros, es tan solo hablar desde la experiencia
de los demás, de oídas. Pero cuando Jesús nos pregunta: ¿Y Tú quién dices que
soy Yo?, realmente quiere que reflexionemos en nuestro interior, en nuestra
experiencia personal. Antes pues de responder, debemos tomar conciencia de
nuestro encuentro con Él, como se hizo presente en mi vida, cuando se cruzó en
nuestra vida conscientemente. Hoy puede ser un buen día para recordar ese
momento en que el Señor se hizo el encontradizo en nuestra vida, en el que
llamándonos por nuestro nombre nos invitó a seguirle a quererle como Él nos
ama.
Tras el análisis ya podremos responderle, por fin tendremos
la respuesta que Él espera de mí. Cada uno responderá según su vivencia
personal, y sin duda habrá tantas respuestas… como individuos que se interrogan. Pues a Jesús le
interesa nuestra propia experiencia de su Amor.
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