domingo, 16 de diciembre de 2018


DISPONIBILIDAD: Y YO, ¿QUÉ TENGO QUE HACER?
La gente le preguntaba a Juan: “ Entonces, que tenemos que hacer?” …
ENTRA EN TU INTERIOR
Los textos de la liturgia de este tercer domingo de Adviento nos invitan a la alegría. Este domingo se denominó tradicionalmente “domingo gaudete (alegraos)”, alegres por la venida del Señor, por la celebración próxima de la Navidad, por mantener esperanzas…La alegría muchas veces la asociamos a la ausencia de problemas, sentirnos sin limitaciones que nos incordien, a que todo nos salga bien, claro que según nuestro propio criterio y, así un largo etcétera. Pero ¿ hay mayor alegría que estar rodeado de la alegría de los que nos rodean y compartir la nuestra?, Acaso ¿debemos programar nuestra alegría, sin tener en cuenta la necesidad concreta del otro? La proximidad de la celebración del nacimiento de Jesús nos debe llenar de alegría nuestro interior, nuestro corazón para poder experimentar el gozo, el júbilo. Y es ahí, hoy como ayer que preguntamos ¿Qué tenemos que hacer?, pero más aún ¿Qué tengo que hacer yo? A Juan el Bautista le preguntan y Juan exige un comportamiento, una formula, una respuesta adaptada a cada uno, pues de cada uno serán las acciones concretas, los gestos, la coherencia, la solidaridad. En primer lugar de  manera concreta y personal, pero eso sí sin sentirnos el “protagonista”, sino meros mediadores del Señor. Imaginemos por un momento  en la escena del evangelio  y con sinceridad preguntemos a Juan: Y yo, en la realidad del siglo XXI ¿Qué tengo que hacer? ¿Qué respuesta me daría Juan?

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