domingo, 4 de agosto de 2019


TU ERES MI RIQUEZA
En aquel tiempo, dijo uno del público a Jesús: "Maestro, dile a mi hermano que reparta conmigo la herencia." … Y dijo a la gente: "Mirad: guardaos de toda clase de codicia. Pues, aunque uno ande sobrado, su vida no depende de sus bienes." Y les propuso una parábola: "Un hombre rico tuvo una gran cosecha. Y empezó a echar cálculos… Pero Dios le dijo: "Necio, esta noche te van a exigir la vida. Lo que has acumulado, ¿de quién será? 
ENTRA EN TU INTERIOR
 El evangelio de Lucas de este domingo se le conoce como el rico necio  y se estructura en tres partes:  el hombre que pide la intervención de Jesús para que su hermano reparta la parte de la herencia, la parábola del rico necio, y como enriquecernos a los ojos de Dios. Jesús nos invita esta semana  a hacer inventario en nuestro corazón. Observar y analizar lo que da sentido a nuestra vida,  si el tener – poseer – acumular – idolatrar falsos valores (dinero, fama, poder..) o si por el contrario nuestro valor es dar sentido a nuestra vida. La verdadera Vida no depende de tener más o menos sino de ser en plenitud, ahí está la riqueza, la felicidad. No hay persona más pobre que aquella que atesora pobreza en el corazón y que solo tiene riquezas materiales en el exterior. Jesús no está criticando la previsión, ser previsor es una actitud positiva, pero no podemos acumular con el único fin de atesorar, el tesoro no está en codiciar y poseer cosas,  sino  en el  ser: ser fraternidad, ser solidaridad….  Jesús nos propone ser “ricos” en la verdadera riqueza,  la riqueza que perdura para siempre, riqueza centrada en Dios. La felicidad no la encontraremos en aspectos y bienes externos sino que emana de nuestros corazones, pues es en nuestro interior donde mora nuestra riqueza, donde anida el Espíritu de Dios. Tras entrar en mi interior y hacer balance e inventario a mi corazón ¿Qué he encontrado en él?

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