sábado, 21 de octubre de 2017
¿DAR A QUIEN QUE? EL JUEGO DE PALABRAS
Los fariseos mandaron preguntar a Jesús: Maestro, qué opinas
¿es lícito pagar impuesto al Cesar o no?. Contestó: hipócritas, dadme una
moneda.. Les enseñó la imagen del Cesar. Dad al César lo que es del César y a
Dios lo que es de Dios
ENTRA EN TU INTERIOR
La cara de la moneda del impuesto llevaba la imagen del
Cesar, pero y en nuestro corazón, ¿llevamos la imagen de Dios?, si es así nos
será fácil el saber cómo obrar con nuestras responsabilidades cívicas y nuestra
fe. El valor material de la moneda no es lo fundamental sino la actitud que esa
moneda obrará en nosotros. ¿Actuamos con principios evangélicos como son la
misericordia, el amor...? A la hora de tomar decisiones éticas ¿sigo el
evangelio o me dejo llevar por las “voces fariseas” de mi alrededor? En
demasiadas ocasiones son esas palabras que si bien podrían pasar como sinceras esconden
una realidad bien distinta, como la oscuridad de corazón, una trampa, una red en
la que quedamos atrapados. También nosotros en numerosas ocasiones a través de
nuestras palabras y mensajes no siempre comunicamos con nitidez, porque nacen de nuestro cerebro en lugar de
nuestro corazón. Solo las que son meditadas en nuestro interior con la luz de
Dios y son acompañadas con actos serán las que manifiesten nuestro
comportamiento leal y sincero
domingo, 15 de octubre de 2017
VESTIDOS DE TI, ACUDIMOS A LA BODA
El Reino de los cielos se parece a un rey que invitó a la
boda de su hijo...Unos no quisieron ir, otros se fueron a sus negocios
y...entonces invitó a los que encontró. Cuando el rey vio un comensal que no
llevaba traje de fiesta lo expulsó. Porque son muchos los llamados y pocos los
elegidos
ENTRA EN TU INTERIOR
¿Cuál es el vestido de fiesta adecuado? Vestido de
disponibilidad, vestido que testimonia gratitud, vestido de tu mensaje, vestido
de Ti
El banquete del Reino es un don gratuito del Rey – de Dios –
pero exige que cada uno de nosotros seamos capaces de aceptar la invitación que
nos dirige a cada uno, y ser coherentes
en actitudes, por que haber entrado no da derecho automático a permanecer. Para
participar plenamente es necesario haber aceptado el vestido de fiesta, el
vestido de la fe. El vestido del que habla la parábola no se mide en
centímetros, ni por las características de ser más o menos elegante. Es una
forma de comportarse con Dios y con el prójimo, nunca debe ser un disfraz,
debemos tenerlo interiorizado y actuar y vivir en coherencia, al estilo de
Jesús. El Rey nos invita sin importar nuestro estatus, ni exige nada que no
podamos aportar, todos somos bienvenidos. Para ello sacudiremos nuestras
vestiduras de injusticias y de mediocridad y nos vestiremos de amor, con la
ropa de una persona nueva, porque es una invitación a aspirar a la vida
renovada, nueva en su esencia.
Todos somos invitados a la fiesta, a la boda, a formar parte
del Reino de Dios, no es una fiesta para un grupo selecto, un grupo exclusivo,
Dios nos quiere a cada uno de todos nosotros no solo para los que se creen en
pleno derecho. El Rey – Dios – nos invita a todos por que el Amor de Dios es
para todos, no está limitado por nuestros límites.
YO TE DIGO “SI”
Ya finalizando mis vacaciones escolares, al lado del
mar organizo por el Wsapp, un reencuentro con mis amigos. El sonido del mar es
roto por las notificaciones “SI CUENTA CONMIGO”. “Si cuenta con nosotros nos
apuntamos””, “como podías dudar que nos apuntáramos”...somos tus amigos.
Por un momento me sentí satisfecho, mis amigos habían
respondido a mi invitación ¡Que grandes amigos tengo, siempre puedo contar con
ellos”.
Me vino entonces a la cabeza el Mejor Amigo que
podemos tener, el que está siempre a nuestros lado, que nos quiere
incondicionalmente, el que nos da aliento siempre...ese es Jesús. Y a Él nunca
le he dicho que cuenta conmigo, que SI, que soy su amigo.
Es verdad que soy cristiano, me bautizaron mis
padres y mis padrinos se comprometieron a que le conociera. Pero yo no me
enteré. No fue mi Si. Es verdad que empecé catequesis de comunión y, recuerdo
que la mayoría de veces me llevaba mis abuelos por que coincidía con el horario
de trabajo de mis padres. Pero yo por entonces pensaba más en el vestido
(princesa-marinero...). Es verdad que mi catequista me enseñó a apreciar lo
bonito que era tener un amigo tan especial, pero yo...en fin.
Ha llegado la hora de la verdad. Soy mayor, me
siento mayor, y me gusta tomar decisiones: que estudiar y porque, ser
consciente de mis acciones, del cariño que tiene mis padres hacia mí y yo hacia
ellos, del grupo de amigos “mi panda”.
Si es hora de decir a mi Amigo Jesús, que quiero ser
seguidor suyo, que quiero conocerlo con mayor profundidad, para así amarlo más
aun.
Es hora de decirle “Si – Yo quiero” Yo te digo Si.
Esta tarde iré a la Parroquia, para informarme de la
catequesis de confirmación. Quiero decirle SI al proyecto que Él tiene
reservado para mí...
domingo, 1 de octubre de 2017
LA NECESIDAD DE COHERENCIA ENTRE
LA PALABRA Y LA ACCIÓN
Un hombre tenía dos hijos, Se le acercó al
primero y le dijo “Hijo, ve a trabajar a la viña” Él le contestó: no voy, pero
después se arrepintió y fue. Al segundo le dijo lo mismo, él le contestó: voy
señor, pero no fue. ¿Quién de los dos cumplió la voluntad del padre?
ENTRA EN TU INTERIOR
La parábola del dueño de la viña y sus dos
hijos, nos ubica en una situación demasiadas veces vista en nuestras vidas. Nos
recuerda que a menudo olvidamos la palabra dada, y las promesas resultan
vacías. Cuantas veces tras un no, hemos cambiado de forma espontanea a un si, y
nos hemos comprometido. Pero también es verdad que en ciertas ocasiones las
buenas intenciones iniciales se traducen en unas palabras y un compromiso que
se lleva el viento. El Padre envía a sus
dos hijos a la viña, pero la respuesta de los dos resulta ambigua, aunque el
primero fue al trabajo no actuó coherentemente.
Por el bautismo somos hijos de Dios, pero ¿cuántas
veces tras escuchar las propuestas de Nuestro Padre actuamos como Hijos suyos?
¿Nuestro si, es un SI coherente con nuestro interior, o una máscara fácil de
poner y quitar?
¿Nuestro compromiso, nuestra fe es solo de
fin de semana, y el resto actuamos de espaldas al Padre?
María dijo SI al plan del Padre y se mantuvo
firme, pidamos su intercesión para ser consecuentes con nuestro si, con nuestro
compromiso al Padre.
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