domingo, 26 de agosto de 2018
TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA
Muchos discípulos de Jesús al oírlo, dijeron ¿Quién puede
hacerle caso? Jesús les dijo ¿Esto os escandaliza?... Las palabras que os he
dicho son espíritu y vida…Muchos discípulos se volvieron atrás.. Jesús dijo a
los Doce ¿También vosotros queréis marcharos? Simón Pedro le dijo: Señor ¿a
quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
ENTRA EN TU INTERIOR
El entusiasmo decae, se desvanece entre algunos discípulos
de Jesús. El compromiso les hace preguntarse ¿Quién puede seguirle, hacerle
caso?, lo justifican diciendo que el discurso le resulta duro, intolerable,
insostenible y se escandalizan, se sienten perturbados y marchan ante la responsabilidad del seguimiento, es decir:
dejar aparcado el egoísmo y entregarse a los demás, y toman el camino fácil. Es
tiempo de tamizar, de la criba, de compromiso personal. Jesús no fuerza la
permanencia, respeta la decisión de los que le abandonan. En demasiadas
ocasiones, intentamos endulzar el mensaje de Jesús, lo adaptamos a lo que
queremos que nos diga, no aceptamos que nos cambie costumbres, maneras de vivir.
Pero no todos toman la decisión de abandonarlo, Jesús les pregunta a los Doce,
como hoy nos pregunta a nosotros, a cada uno de nosotros ¿También vosotros
queréis marchar?, Pedro le respondió ¿A quién acudir, nosotros hemos creído, Tú
tienes palabras de vida eterna?. ¿Qué le respondo yo? Creer es comprometerse,
creer es descubrir a Jesús en la vida, en la vida de Jesús, en nuestra vida y
solo existe una respuesta posible, nuestro sí rotundo, nuestro Amen
domingo, 19 de agosto de 2018
BANQUETE DE VIDA – PARTICIPES DE TI
Jesús dijo: “Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo…El
pan que yo os daré es mi carne, por la vida” Disputaban los judíos entre sí
¿Cómo puede darnos a comer su carne?... El que come mi carne y bebe mi sangre
habita en mí y yo en él.
ENTRA EN TU INTERIOR
El discurso de Jesús en Cafarnaúm llega a su punto
culminante esta semana, al pleno sentido eucarístico, Pan de Vida – Banquete de
Vida – Germen de Vida Eterna –Pan que baja del cielo , fortalece y conforta el
corazón. Su cuerpo y su sangre entregada en la cruz, es comida y es bebida
porque alimentan la Vida. El que come de este Pan ama y se entrega como Jesús,
tenemos que identificarnos con Él, hacernos uno con su estilo de Vida, asimilarlo,
digerir su mensaje, esa es la raíz de su mensaje. Jesús siempre va más allá. La
dureza del lenguaje hace escandalizar y produce rechazo a los judíos, por
interpretar sus palabras literalmente. No buscan los símbolos que esconde la
recomendación. Al comer el Pan eucarístico, estamos en comunión con Él, nos
encontramos en Común-unión. ¿Qué sabor o sinsabor dejamos a los que nos rodean
después de haber comido Tú Pan? ¿Dejamos un buen sabor en su corazón? ¿Nos
damos, nos entregamos a las necesidades de nuestros hermanos? ¿Cuándo comulgamos,
somos conscientes de la común-unión a Ti?
martes, 14 de agosto de 2018
ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
LA ASUNCIÓN DE LA VIRGEN MARÍA
Celebramos la Asunción de Nuestra Madre, la Virgen María a
los cielos, síntesis de todas las fiestas marianas, es la fiesta llena de
profundo significado y simbología, es la
fiesta de la Pascua de María, es la culminación de una vida fiel y de un “SI”
permanente a Dios. Si, así es la mujer María que proclama la grandeza del Señor
y es proclamada bienaventurada por todas las generaciones, como oímos en el Evangelio. Es el día de la
esperanza, día esperanzador en que empieza la promesa del Señor hecha también a
nosotros” el que cree en mi tiene vida eterna y yo lo resucitaré el último
día”. María nuestra Madre nos precede a compartir la presencia de Dios.
Que María, Madre de Dios y Nuestra, nos llene de alegría, de
esperanza y sea ejemplo de nuestra disponibilidad a los proyectos que Dios
tiene para cada uno de nosotros. Ojala sigamos la estela de su estrella, para
que guiados por ella, nos conduzca y alcancemos la resurrección que Cristo ganó
para nosotros en su resurrección.
domingo, 12 de agosto de 2018
ALIMENTA NUESTRO CORAZÓN CON TU PAN
Los judíos criticaban a Jesús porque había dicho: "Yo soy el
pan bajado del cielo", y decían: "No es éste Jesús, el hijo de José?
¿No conocemos a su padre y a su madre? ¿Cómo dice ahora que ha bajado del
cielo?" Jesús tomó la palabra y les dijo: "No critiquéis…
Os lo aseguro: el que cree tiene vida eterna. Yo soy el pan
de la vida. Yo soy el pan vivo que ha bajado del cielo; el que coma de
este pan vivirá para siempre. Y el pan que yo daré es mi carne para la vida del
mundo."
ENTRA EN TU INTERIOR
En las primeras líneas del Evangelio, Jesús toma la palabra y les
dice a los judíos que murmuraban “No critiquéis…”. También en demasiadas
ocasiones estamos tan seguros de saber que… o conocemos muy bien el…, que no
permitimos ningún tipo de aclaración, o conocimiento, de tal manera que
murmuramos o criticamos catalogando a los que nos rodean según sean sus
criterios iguales o muy parecidos a los nuestros. Es decir no les dejamos
vivir.
Jesús nos habla que necesitamos nutrirnos, alimentarnos…, para así
tener vida, vida eterna, autentica - por que vivir es más que respirar, más que
dejar transcurrir el tiempo sin ningún tipo de implicación -. Para ello
necesitamos del alimento básico – el pan -, pero no cualquier pan, necesitamos
el Pan que alimenta nuestro corazón, para tener vida plena. ¿Dónde encontrarlo, donde buscarlo? “Yo soy
el pan vivo que ha bajado del cielo, el que come de este pan vivirá para
siempre”. Jesús es el alimento de la verdadera vida. Alimentados por Él, por su
palabra, cuando nos hacemos pan partido y repartido, dejamos de tener una vida
en minúscula para hacernos Uno con Él. Nos nutrimos de Él. En su pan hallamos la vida entregada hasta el
extremo, Amor que nos humaniza, que nos acerca a Dios, nos aproxima al hermano,
que nos llena de energía, de la alegría y del sentido de vivir. Jesús se
presenta a sí mismo como el pan vivo bajado del cielo, cuya fuerza de vida, da
vida a quien lo acoge con fe y lo reconoce como enviado e Hijo de Dios. En Él
encontramos la fuerza que necesitamos para vivir en el Amor.
domingo, 5 de agosto de 2018
PAN DE VIDA
La gente se embarcaron y fueron a Cafarnaún en busca de
Jesús... ¿Qué signos haces tu, para que veamos y creamos en ti? ¿Cuál es tu
obra? Jesús les dijo: “Yo soy el pan de vida”.El que viene a mí no tendrá
hambre, y el que cree en mí no tendrá sed jamás
ENTRA EN TU INTERIOR
La multitud le busca. La semana pasada vimos que alimentaba
a una gran multitud multiplicando los panes y los peces. Al encontrarlo le
preguntan por los signos (milagros) que realiza para poder creer y cual su
obra. Aquella gente no se termina de fiar de Jesús. Necesitan una demostración
hecha a su medida. En ocasiones también nosotros pedimos señales que nos
confirmen que Dios nos ama, en demasiados casos reclamamos que nos conceda lo
que le pedimos/exigimos en nuestras oraciones, solicitamos milagros, obras para
consolidar nuestra fe. Una fe interesada en nuestros instintos más básicos,
materiales,… Necesitamos que nos alimente las necesidades, nuestras necesidades
elementales: trabajo, dinero, fama, curar enfermedad, etc…en definitiva el pan
básico, perecedero. Pero ¿ y el alimento de nuestro corazón, el pan para
compartir, alimentarnos para fortalecernos para alimentar y fortalecer?. “El
que viene a mí no pasará hambre, el que cree en mí no pasará nunca sed”, pero que
significado le damos a ir a Él, creer en Él. Jesús hoy como entonces nos
propone vivir desde una perspectiva diferente, donde podamos alcanzar la
plenitud. El pan es el alimento que nutre, que alimenta y fortalece. Jesús aquí
y ahora es “pan de vida” que nos nutre, alimenta y fortalece. Conocerle y creer
en Él realmente nos levanta, nos anima y nos da la verdadera razón de vida,
porque en Él encontramos el verdadero Pan de nuestras vidas
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