TÚ TIENES PALABRAS DE VIDA ETERNA
Muchos discípulos de Jesús al oírlo, dijeron ¿Quién puede
hacerle caso? Jesús les dijo ¿Esto os escandaliza?... Las palabras que os he
dicho son espíritu y vida…Muchos discípulos se volvieron atrás.. Jesús dijo a
los Doce ¿También vosotros queréis marcharos? Simón Pedro le dijo: Señor ¿a
quién vamos a acudir? Tú tienes palabras de vida eterna
ENTRA EN TU INTERIOR
El entusiasmo decae, se desvanece entre algunos discípulos
de Jesús. El compromiso les hace preguntarse ¿Quién puede seguirle, hacerle
caso?, lo justifican diciendo que el discurso le resulta duro, intolerable,
insostenible y se escandalizan, se sienten perturbados y marchan ante la responsabilidad del seguimiento, es decir:
dejar aparcado el egoísmo y entregarse a los demás, y toman el camino fácil. Es
tiempo de tamizar, de la criba, de compromiso personal. Jesús no fuerza la
permanencia, respeta la decisión de los que le abandonan. En demasiadas
ocasiones, intentamos endulzar el mensaje de Jesús, lo adaptamos a lo que
queremos que nos diga, no aceptamos que nos cambie costumbres, maneras de vivir.
Pero no todos toman la decisión de abandonarlo, Jesús les pregunta a los Doce,
como hoy nos pregunta a nosotros, a cada uno de nosotros ¿También vosotros
queréis marchar?, Pedro le respondió ¿A quién acudir, nosotros hemos creído, Tú
tienes palabras de vida eterna?. ¿Qué le respondo yo? Creer es comprometerse,
creer es descubrir a Jesús en la vida, en la vida de Jesús, en nuestra vida y
solo existe una respuesta posible, nuestro sí rotundo, nuestro Amen
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