sábado, 20 de febrero de 2021


 2021 AÑO B TIEMPO DE CUARESMA I

La primera lectura habla de un Dios que inventa el arco iris, este abrazo resplandeciente entre el cielo y la tierra, que reinventa la comunión con todo ser que vive. Este Dios nunca nos dejará. Nosotros podemos dejarlo, pero él no puede, nunca nos dejará.

El evangelio de Marcos no informa el contenido de las tentaciones de Jesús, pero nos recuerda lo esencial: El Espíritu lo condujo al desierto, y en el desierto permaneció tentado por Satanás durante cuarenta días. Jesús en el desierto se clarifica y discierne qué clase de Mesías será. ¿Vino para ser servido o para servir? ¿Para tener, ascender, mandar o descender, acercarse, ofrecer?

La tentación es siempre una elección entre dos vidas, entre dos amores. La Biblia: Yo pongo la vida y la muerte ante ti ¡elige! Significa elige siempre lo humano frente a lo inhumano, elige siempre lo que construye y hace crecer tu vida y la de los demás en humanidad y dignidad.

Desde ahí comienza el anuncio de Jesús, su sueño de vida. El desierto no es un lugar para vivir, incluso los que viven en el desierto lo hacen en los oasis, no en medio de la nada. Lugar de paso y hay que ir ligeros de equipaje, para que no entorpezca la marcha hacia la pascua, la tierra prometida.

Jesús convivía con las fieras, pero los ángeles le sostenían, nos ayudan si confiamos.

Después de que Juan fue arrestado, Jesús fue a Galilea proclamando el Evangelio de Dios y dijo: El Reino de Dios está cerca, convertíos y creed en el Evangelio.

El contenido del anuncio es Dios como buena noticia. No fue nada obvio. No toda la Biblia es Evangelio; no todo son noticias hermosas y alegres; a veces es amenaza y juicio, a menudo es precepto y mandamiento. Pero la característica original del rabino de Nazaret es anunciar el Evangelio, una palabra que reconforta la vida: Dios se ha acercado y con él son posibles nuevos cielos y nueva tierra.

Jesús hace vibrar y comunica el buen sabor de la alegría: se puede vivir mejor, un mundo como Dios sueña y ese rabino parece conocer el secreto.

Conviértete ... Como para decir: vuélvete hacia la luz, porque la luz ya está aquí. Y es como el movimiento continuo del girasol, su tenaz orientación hacia la belleza de la luz.

Han pasado 2.000 años y seguimos experimentando las mismas tentaciones, las mismas pruebas que tuvo Jesús en el desierto, antes de comenzar la vida púbica.

- El telediario nos muestra quienes vencen y quienes sucumben.

- Nuestra conciencia nos recuerda las oportunidades de crecimiento que nos ha brindado cada prueba/tentación. Tenemos una valiosa experiencia acumulada.

- El evangelio nos ofrece una vacuna, no para impedir tentaciones, pero nos inocula anticuerpos para enfrentarnos a ellas y vencer: “¡Convertíos y creed en el Evangelio

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