2022 MAYO ADORACIÓN EUCARISTICA.
La hormiga desmotivada
Estando delante de ti Señor
sacramentado nos viene a la memoria muchas realidades y acontecimientos de
nuestra vida. A veces olvidamos que tú estás siempre a nuestro lado y nos
animas y nos empujas a caminar. Nunca debemos olvida lo más importante y dejar
de lado lo secundario, lo que no interesa, lo que nos es esencial.
La
hormiga desmotivada: Había una hormiga que llegaba temprano a su trabajo todos los días y
comenzaba su jornada inmediatamente, hacía todo con dedicación y excelencia.
Era una hormiga muy productiva y estaba feliz con su función. Un día, el león
quien era su jefe, se dio cuenta de que la hormiga trabajaba sin supervisión y
pensó: si ella era tan productiva sin supervisión, ¡imagínese entonces si
estaba supervisada!
Así
pues, el león decide contratar a la cucaracha, quien tenía demostrada
experiencia en supervisión y además era famosa por redactar unos fantásticos
informes. En su nuevo papel, la cucaracha se propuso como primer objetivo
implantar un sistema de fichaje de entrada y salida de los empleados, con el
fin de vigilar la presencia de los empleados. Tan pronto acabó con el control
de presencia, decidió buscar una secretaria que le ayudara a reunir los
informes, organizara los documentos y contestara el teléfono, así que, tras
varias entrevistas contrató a una araña.
El
león estaba encantado con los informes que producía la araña y le pidió que
además añadiera gráficos a los informes para describir las tendencias y rangos
de producción, así él podría usar los informes en las presentaciones del
consejo de administración.
La
cucaracha entonces decidió que necesitaba comprar un ordenador y una impresora
láser para mejorar los informes de producción. En ese momento se dieron cuenta
de que con el nuevo equipamiento deberían contratar a un “manager” de
informática para mantener la impresora y el ordenador.
La
hormiga entre tanto, que un día fue tan productiva y feliz, comenzó a sentirse
agobiada por todos los datos e informes que le solicitaba la cucaracha y que
ahora consumían muchísimo de su tiempo. El león se percató de la situación y
decidió que era el momento exacto para contratar a un jefe de departamento para
el área donde trabajaba la hormiga, ya que estaba creciendo mucho.
Realizó
un larguísimo proceso de selección y finalmente decidió contratar a la cigarra.
La cigarra, una vez se hizo cargo del departamento, necesito también un
asistente que trajo de su anterior trabajo, la pulga, juntas elaboraron una
estrategia de mejoras para el departamento y un control de presupuesto, en
medio de este crecimiento abrupto estaba la hormiga que cada día se sentía más
triste y desmotivada.
El
gerente cigarra se dio cuenta de que la unidad donde trabajaba la hormiga ya no
rendía como antes, por lo que contrató a la lechuza, que era una consultora muy
reconocida y famosa, para hacer un diagnóstico de la situación.
La
lechuza trabajó en este diagnóstico durante tres meses, y en su extenso informe
de conclusiones, afirmó que había mucha gente en la empresa. Entonces, llegó el
momento de despedir a alguien de la compañía. La hormiga a pesar de que había
rendido mucho en el pasado, estaba desmotivada y no podía seguir el ritmo de la
compañía.
Cuantas veces nos dejamos llevar
por la codicia y solo pensamos en aumentar las ganancias, sin valorar todos los
esfuerzos realizados desde el principio, dando lo mejor de cada uno de nosotros
y rindiendo el máximo en el trabajo y en las actividades emprendidas. Este
cuento nos muestra la historia de lo poco que cuidamos lo principal: es decir cuidar
e invertir en aquellos que hicieron crecer nuestra vida en primer lugar. La
hormiga, sintiéndose desanimada e inhibida por tanta novedad, empezó a producir
mucho menos y pronto fue descartada, como si ese fuera el problema.
Así es Señor Jesús, sostenemos
muchas relaciones y, en algún momento, comenzamos a descartar a las personas
que están con nosotros desde el principio, solo por pensar en nuestro propio
beneficio y de esta manera destruimos muchos vínculos olvidando que fueron
ellos los que nos ayudaron a seguir adelante. Ayúdanos Señor a que no haya
ninguna “hormiga desmotivada” en nuestra vida que esté herida por nuestras
actitudes. Ayúdanos a mejorar nuestro comportamiento y a valorar lo que
contribuye al crecimiento de todos. Amén.
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