miércoles, 25 de mayo de 2022


 2022 MAYO ADORACIÓN EUCARISTICA. 

La hormiga desmotivada

Estando delante de ti Señor sacramentado nos viene a la memoria muchas realidades y acontecimientos de nuestra vida. A veces olvidamos que tú estás siempre a nuestro lado y nos animas y nos empujas a caminar. Nunca debemos olvida lo más importante y dejar de lado lo secundario, lo que no interesa, lo que nos es esencial.

La hormiga desmotivada: Había una hormiga que llegaba temprano a su trabajo todos los días y comenzaba su jornada inmediatamente, hacía todo con dedicación y excelencia. Era una hormiga muy productiva y estaba feliz con su función. Un día, el león quien era su jefe, se dio cuenta de que la hormiga trabajaba sin supervisión y pensó: si ella era tan productiva sin supervisión, ¡imagínese entonces si estaba supervisada!

Así pues, el león decide contratar a la cucaracha, quien tenía demostrada experiencia en supervisión y además era famosa por redactar unos fantásticos informes. En su nuevo papel, la cucaracha se propuso como primer objetivo implantar un sistema de fichaje de entrada y salida de los empleados, con el fin de vigilar la presencia de los empleados. Tan pronto acabó con el control de presencia, decidió buscar una secretaria que le ayudara a reunir los informes, organizara los documentos y contestara el teléfono, así que, tras varias entrevistas contrató a una araña.

El león estaba encantado con los informes que producía la araña y le pidió que además añadiera gráficos a los informes para describir las tendencias y rangos de producción, así él podría usar los informes en las presentaciones del consejo de administración.

La cucaracha entonces decidió que necesitaba comprar un ordenador y una impresora láser para mejorar los informes de producción. En ese momento se dieron cuenta de que con el nuevo equipamiento deberían contratar a un “manager” de informática para mantener la impresora y el ordenador.

La hormiga entre tanto, que un día fue tan productiva y feliz, comenzó a sentirse agobiada por todos los datos e informes que le solicitaba la cucaracha y que ahora consumían muchísimo de su tiempo. El león se percató de la situación y decidió que era el momento exacto para contratar a un jefe de departamento para el área donde trabajaba la hormiga, ya que estaba creciendo mucho.

Realizó un larguísimo proceso de selección y finalmente decidió contratar a la cigarra. La cigarra, una vez se hizo cargo del departamento, necesito también un asistente que trajo de su anterior trabajo, la pulga, juntas elaboraron una estrategia de mejoras para el departamento y un control de presupuesto, en medio de este crecimiento abrupto estaba la hormiga que cada día se sentía más triste y desmotivada.

El gerente cigarra se dio cuenta de que la unidad donde trabajaba la hormiga ya no rendía como antes, por lo que contrató a la lechuza, que era una consultora muy reconocida y famosa, para hacer un diagnóstico de la situación.

La lechuza trabajó en este diagnóstico durante tres meses, y en su extenso informe de conclusiones, afirmó que había mucha gente en la empresa. Entonces, llegó el momento de despedir a alguien de la compañía. La hormiga a pesar de que había rendido mucho en el pasado, estaba desmotivada y no podía seguir el ritmo de la compañía.

Cuantas veces nos dejamos llevar por la codicia y solo pensamos en aumentar las ganancias, sin valorar todos los esfuerzos realizados desde el principio, dando lo mejor de cada uno de nosotros y rindiendo el máximo en el trabajo y en las actividades emprendidas. Este cuento nos muestra la historia de lo poco que cuidamos lo principal: es decir cuidar e invertir en aquellos que hicieron crecer nuestra vida en primer lugar. La hormiga, sintiéndose desanimada e inhibida por tanta novedad, empezó a producir mucho menos y pronto fue descartada, como si ese fuera el problema.

Así es Señor Jesús, sostenemos muchas relaciones y, en algún momento, comenzamos a descartar a las personas que están con nosotros desde el principio, solo por pensar en nuestro propio beneficio y de esta manera destruimos muchos vínculos olvidando que fueron ellos los que nos ayudaron a seguir adelante. Ayúdanos Señor a que no haya ninguna “hormiga desmotivada” en nuestra vida que esté herida por nuestras actitudes. Ayúdanos a mejorar nuestro comportamiento y a valorar lo que contribuye al crecimiento de todos. Amén.

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